Hay muchas maneras de ser soltero. La de Brad Pitt casado, seis hijos es una de las más anchas. La estrella de Hollywood acaba de comprar una casa de dos plantas en Port d'Andratx (Mallorca) con ocho habitaciones y doble salón comedor, piscina y jardín. Según Alessandro Proto, consultor inmobiliario del actor y de otros muchos famosos del cine estadounidense con residencias en el Mediterráneo: "es una casa para un hombre soltero, no para una familia". En Japón las habitaciones se miden por tatamis, unas esteras con las que los ricos comenzaron a recubrir el suelo de tierra de sus casas y cuya medida parte de la escala humana: medio tatami para sentarse y un tatami para dormir. Claro que Japón está limitada por las aguas del Pacífico y Hollywood se expande por todo el cielo de estrellas que cubre el planeta, de ahí que llegue hasta Port d'Andratx, un puerto natural delicioso dedicado al turismo residencial exclusivo donde cada tarde proyectan unos atardeceres con un color, una iluminación, un paisaje y unas tres dimensiones que para sí quisieran muchas superproducciones cinematográficas. Y el metraje justo.
Hay muchas maneras de ser soltero, un modo de vida que no se acaba en una nevera llena de cervezas, una despensa atestadas de "tuppers" y un televisor en el que sólo ponen fútbol, según el modelo de bajo presupuesto que más se da en España y que no tiene nada que ver con la manera de ser soltero de Brad Pitt, casado y padre de familia numerosa con residencias en medio mundo. Y hay manera de tener un discurso idiota, como el de Alessandro Proto, empresario italiano encantado de creerse el inspirador del protagonista de 50 sombras de Grey, dos años de cárcel por estafa y manipulación del mercado financiero, dueño de un fondo buitre, quien gusta de calificarse como "el nuevo Berlusconi" para dejar claro su pésimo gusto.
