Una de las sorprendentes características que diferencia a la especie humana entre los otros seres vivos es la capacidad de lograr satisfacción por procuración, que según el diccionario es el poder que alguien da a otro para ejecutar acciones en su nombre. De una manera un tanto esquemática podrían dividirse los comportamientos humanos entre la contemplación y la acción.

El voyeurismo, que es una forma de procuración, no solo lo practican quienes espían por la cerradura o miran porno. El contemplar, en tanto ver como otros hacen y gozan está adquiriendo en la sociedad moderna una importancia desmesurada. Más aún, no es exagerado afirmar que es un mecanismo esencial para el mantenimiento del sistema. La televisión podría considerarse un ojo de cerradura por el cual un televidente ve como otros hacen cosas y viven experiencias, por ejemplo ver a los ídolos futbolísticos hacer maravillas de destreza física, sin moverse del sofá o participar de una situación social trepidante como en los reality shows sin beneficio real alguno.

Según el género hay para espiar cerraduras para todos los gustos. Las revistas del corazón en las que contemplar la belleza, la fama y la riqueza sin siquiera una migaja, ser espectador de una carrera de motos, coches o toros en los que el héroe de turno juega con la muerte y la gloria sin salir del oscuro anonimato ni desarrollar ninguna habilidad. Una gran parte de la población asiste apasionada a una contienda en la que los sentimientos identificatorios y proyecciones substituyen la comprensión. Este extraño fenómeno de reemplazar el vivir por ver como otros viven, el gozar por el ver el goce de otros, el mirar hacer en vez de actuar o el ver como otros realizan los propios deseos e ideales, que es la esencia del voyeurismo es objeto de estudio e investigación para la psicología.

La psicoanalista inglesa Melanie Klein introdujo el término "identificación proyectiva" para referirse al mecanismo por el cual un individuo puede sentir que su ser se ve reflejado y realizado en otro. Sentimientos tan frecuentes e importantes en la vida emocional como son la envidia o el enamoramiento se originan en el mecanismo de la identificación proyectiva de Klein.

Otro interesante aporte de la psicología a la comprensión de estas actitudes es el del psicólogo David Liberman, que publicó investigaciones sobre los tipos de personalidad en función de las formas de comunicación. Uno de esos tipos recibe el sugestivo nombre de "persona observadora no participante". Coincide exactamente con la característica del fenómeno voyeurista.

Para algunos electores, las elecciones son un ejemplo de ese espejismo de acción. Las investigaciones sociales demuestran que es insignificante el porcentaje de votantes que basa su elección en un estudio serio del programa del partido a que pertenece el candidato, la viabilidad del mismo, los antecedentes curriculares y, lo que es más importante, las consecuencias y proyecciones reales para la propia vida. Dos escritores norteamericanos en distintas épocas nos dejaron agudas ironías sobre la situación del votar en elecciones. Charles Bukowski dijo: "La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes". Ambrose Bierce afirmó que "el elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros".

* Psicólogo clínico