El presidente del Círculo de Empresarios, Antón Costas, en vísperas de la reunión anual de su institución en Sitges, ha presentado una propuesta de gobernabilidad que, como mínimo, debería ser tomada en consideración y convenientemente debatida.
A la vista de la dificultad para acordar y formar coaliciones que muestran nuestras fuerzas políticas, Costas, un economista progresista que se caracteriza por la diafanidad y la inteligencia de sus tomas de posición, ha reivindicado el derecho de los ciudadanos a tener gobierno y ha manifestado que "debe llenarse el vacío de la Constitución que permite que un gobierno en funciones dure toda una legislatura si no se consigue una mayoría para formar Gobierno central". En concreto, ha evidenciado que, si rigiese en el ámbito estatal la normativa municipal, que ante la falta de mayoría convierte en alcalde al líder de la lista más votada, "probablemente el desenlace del 20D hubiese sido diferente" porque tal disposición hubiera sido un incentivo para negociar y pactar.
En definitiva, Costas propone una reforma constitucional por la cual, tras un plazo después de las elecciones, o consigue la investidura parlamentaria quien haya logrado un apoyo suficiente, o resulta automáticamente investido el líder de la formación más votada, quien lógicamente deberá buscar a posteriori los apoyos precisos. La fórmula es opinable pero no descabellada en absoluto.
