Suiza someterá a votación el 5 de junio la posibilidad de otorgar una ayuda mensual de 2.500 franco suizos (unos 2.250 euros) a cada uno de sus ciudadanos. En el caso de los niños, la renta sería de 625 francos suizos (unos 562 euros). La cantidad que percibirían así los adultos sería el 60% de la renta media, que quedaría por encima del umbral de la pobreza, que es actualmente de 29.501 francos anuales. Las encuestas aseguran que el referéndum, celebrado tras la recogida de 100.000 firmas, arrojará un resultado negativo. La idea no es sin embargo nueva, y el país que más adelantado va en su desarrollo es Finlandia, donde el gobierno de centroderecha ha decidido la instauración de una renta mínima universal, un sueldo mensual para todos los ciudadanos, que el Primer Ministro, el millonario Juha Sipilä, ha insinuado que será en torno a los 1.000 euros. En ese país, la iniciativa tiene el apoyo del 79% de la población. Pero aún hay más: en Irlanda, el Fianna Fail incluirá en su programa un compromiso de Renta Básica de 230 euros a la semana. En Holanda, hay 30 municipios y ciudades con planes de inserción de este tipo de renta, encabezados por Utrecht?
En definitiva, la renta básica universal, que sustituiría lógicamente otras prestaciones del Estado, ya no es una excentricidad de ciertas formaciones de izquierda radical sino una posibilidad que está tomando encarnadura en varios países democráticos. Volveremos a hablar de ello.
