Todos, si quieren movilizar a sus militantes, simpatizantes y votantes, deberán (o deberían) mojarse, léase definirse en asuntos claves. Pero, hoy por hoy, el tercer síntoma inquietante de la campaña electoral es la indefinición de las distintas candidaturas en temas básicos.
A la derecha, los populares, al menos hasta hoy, siguen con la misma estrategia desde el 20D, que como mínimo según sus "gurús" les puede garantizar continuar siendo el partido más votado. Su programa es literalmente seguir con las mismas políticas económicas y sociales que son envidia y modelo en el resto de Europa (sic) y que tan buenos resultados han dado: crecimiento económico y reducción del paro. El PP, con su líder Rajoy al frente, es el único que garantiza la estabilidad necesaria para consolidar tales reformas. Ciudadanos, los vecinos más próximos a los populares, obtuvieron el pasado 20D unos resultados inferiores a las previsiones. Les sobró una semana de campaña, donde se pusieron de manifiesto la falta de concreción en varias de sus propuestas operativas. Ahora les puede ocurrir lo mismo. No es suficiente la imagen de un centro-derecha, liderado por Rivera, estilo europeo, en contraste con el duro y puro de Rajoy. Sus votantes reales y potenciales (parte de ellos exvotantes del PP) piden y exigen concreciones en su programa electoral.
A la izquierda Podemos, con IU y sus confluencias, frente a la "derechona" popular propone y expone sus objetivos estratégicos finalistas como adalid de la izquierda. Y moviliza a sus votantes y simpatizantes especialmente a través de las redes sociales y del dominio de la escenografía. Pero su falta de concreción y determinadas actitudes posteriores al 20D, les puede haber hecho perder fuelle electoral que piensan compensar con la coalición con IU y otras confluencias (Més en Balears). Es posible que puedan obtener resultados positivos, pero es prudente recordar que en política no necesariamente dos y dos suman cuatro. Sus vecinos y contrincantes, los socialistas,¡es un tema recurrente!, deben recuperar la credibilidad y la confianza de militantes, simpatizantes, votantes, y ciudadanía en general. Es preciso tener y comunicar un relato político propio y autónomo, concretado en la cercanía. Es el camino, junto con la unidad del partido, de obtener unos buenos resultados electorales que les posibiliten ser referentes electorales de la izquierda.
Los ciudadanos esperamos respuestas coherentes y claras a temas clave ¿Qué opinión tienen del TTIP (Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y EE UU) que está levantando ampollas en los distintos socios europeos, y que de momento desconocemos la valoración del gobierno español ni de la oposición?, ¿Qué papel debe jugar España en la polémica construcción europea, cuya presencia y peso político hoy por hoy es de mero comparsa y de sumisión? ¿Cómo piensan afrontar la insoportable deuda pública que ya supera el 100% del PIB? ¿Cómo hacer frente a las urgencias de la UE que nos exige una reducción del gasto en 8.000 millones de euros, sin que suponga nuevos recortes? ¿Cómo diseñar y poner en práctica una economía productiva y competitiva que no se base en la desigualdad, bajos salarios, contratos precarios? ¿Cómo garantizar unas pensiones dignas? ¿Para cuándo, y con qué criterios, la reforma de leyes como la electoral, la de partidos políticos y su financiación? ¿Cuándo y cómo una reforma integral de una financiación justa de las autonomías? ¿Con que modelo y propuestas vamos a plantearnos un nuevo diseño político territorial? ¿Cuándo y cómo reconvertir al Senado en cámara territorial? ¿Cuándo y cómo afrontar una reforma profunda, coherente y seria de nuestra vigente Constitución? Suma y sigue.
Para finalizar, en las próximas elecciones generales (no autonómicas) ¿qué papel van a jugar los candidatos propios de nuestra comunidad? Según una encuesta todavía "viva" en elperiscopi.com un 55,6% considera que "su influencia en los resultados es prácticamente nula" al votarse en escala estatal, un 22,2% consideran que puede tener cierta influencia "más en negativo que en positivo", un 11,1% piensa que "pueden aportar ciertos soportes positivos", y únicamente un 8,9% que los candidatos propios de la Comunidad "pueden tener mucha influencia por la proximidad y la ilusión que pueden generar". En cualquier caso, los ciudadanos de Balears exigen a "sus" candidatos que, además de definir y defender las propuestas de los partidos que representan, incluyan aspectos propios y diferenciados tales como los costes añadidos de insularidad, el Régimen Especial de Balears. Y suma y sigue.
Falta menos para el comienzo oficial de la campaña. Tendremos ocasión de observar si se consolidan unos síntomas inquietantes definidos en estas líneas, que comienzan a mostrarse en la vigente precampaña.
