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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Salvem sa Feixina del PP

Todavía no consigo distinguir a Esperança Camps de Ruth Mateu, pero creo que es la segunda quien firma un tuit claramente ofensivo sobre sa Feixina. Ha colocado una foto de Franco en el monumento fascista por debajo de otra imagen de dirigentes locales del PP en idéntico enclave, cuando el orden debió ser claramente inverso. Esta humillación del Jefe de Estado anterior al anterior Jefe de Estado ha soliviantado, como no podía ser menos, a la exindependentista Marga Prohens. Solo podemos aprobar su entusiasmo porque, siendo evidente que el Generalitísimo y el PP balear comparten la condición de extintos, todavía hay clases. Si una miembro del Govern autodenominado progresista pretende insultar al líder histórico de las Españas, que no utilice al partido de la derecha para ahondar el desprecio.

Ascendiendo a lo personal, conservo una fotografía en la que Jaume Matas aplaude calurosamente mi intervención en un acto en el que compartimos la mesa presidencial. También atesoro una imagen en que José Ramón Bauzá, en sa Faixina presente, me agarra cariñoso por la cintura. Se me ocurre una fórmula infalible para que dichas fotos no se utilicen en menoscabo del honor de los dos expresidents, y consiste en no haberse prestado a la imagen efusiva.

Aceptamos que Prohens, Rodríguez, Isern y otros creyeran que el monumento fascista es tan neutro como una atracción de Eurodisney. Sin embargo, la superposición de fotos que no fotomontaje simplemente constata que la derecha ha perdido prestancia en los últimos seiscientos años, o los que hayan transcurrido desde la inauguración del monolito de Kubrick. Podemos lamentar que, por una limitación del objetivo de las cámaras fotográficas, la leyenda "Salvem sa Feixina" no apareciera en la versión íntegra de "Salvem sa Feixina del PP". Preferiríamos que la consellera, si ha sido ella, se centrara en la Transparencia incumplida flagrantemente por su Govern, aunque tal vez hablamos desde los celos ante su ingenio. La demolición nos era indiferente, pero ahora nos parece urgente para evitar que un nítido símbolo franquista sea degradado a icono frívolo del PP balear.

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