En un reciente debate en el Club Diario de Mallorca se puso en evidencia que las discrepancias sobre la conservación o destrucción del monolito de sa Feixina se deben más a posicionamientos políticos que ha razones culturales o históricas. El persistente bombardeo del destructor ´Lepanto´ mandó a pique al crucero ´Baleares´ y a la muerte a 780 mallorquines. Después de más de setenta años el actual ayuntamiento el actual de Palma remueve la herida de una tragedia que ya debería restar en la paz del olvido y parte de la historia. ¿Por qué el gobierno municipal se mete en este cenagal, a chapotear sobre un tema, que solo le puede acarrear problemas?
Aunque el asunto puede ser ya cansino, la contumaz insistencia municipal obliga a recordar algunos aspectos de la cuestión. Este monumento, levantado por suscripción popular, está ubicado en el barrio de Santa Catalina cuyos límites están marcados por el cauce de sa Riera y la calle Joan Crespí. O sea el monolito es fundamentalmente "catalinero" y está perfectamente encuadrado en el jardín de sa Feixina. También hay que recordar que el monumento fue adaptado a la ley de memoria histórica por un consistorio socialista cuando Hila era teniente de alcalde. Es decir un obelisco legal y con un reconocido valor estético. ¿ A qué viene este obsesivo y perturbador afán destructor?
A muchos de los marineros que murieron se les recuerda en del barrio de Santa Catalina. Santa Catalina es un distrito de Palma históricamente ligado al mar, de marcada idiosincrasia „catalinera„, de la que se sienten orgullosos y con razón, otros barrios palmesanos tienen una personalidad no definida, difusa. Es un barrio de tradición marinera, muchos hombres trabajaban en el mar, como marineros o pescadores, ellas en la venta del pescado. Había talleres para la construcción de embarcaciones, había mestres d´aixa, oficio prácticamente desaparecido. Todo ello conformo la peculiaridad de Santa Catalina, buena gente, pero cuando se les "cabrea" saben responder, es decir "si se les busca se les encuentra"€ como dicen los argentinos. Entre los actuales habitantes es muy frecuente encontrar parientes de los jóvenes que murieron en el ´Baleares´.
Los actuales regidores que gobiernan el ayuntamiento están coaligados para ostentar la mayoría y ejercerla en nombre de una colectividad de ciudadanos, todo ello indiscutible, pero por la misma razón de respeto al sentir de la mayoría, el Ayuntamiento debería consultar sobre la destrucción o conservación del monumento. Se debe convocar una "consulta popular" en Santa Catalina, ¿no se atreven a hacerlo?, si no hay consulta será difícil de justificar, no se entendería. El grupo que rige los destinos de la ciudad se distingue por ser proclive al debate ciudadano. En la Roma republicana cuando había dudas sobre el parecer del pueblo en asuntos corrientes, la ciudad convocaba un conventus o contio para saber cuál era la opinión de los ciudadanos „vox populi„, es decir una consulta popular. La ley reguladora de bases de régimen local, en su artículo 71 regula un lista de materias susceptibles de ser sometidas a consulta, seguridad, tráfico, parques, jardines, patrimonio histórico artístico€ No hay excusa para no hacerlo.
Me comentaba un amigo preocupado por el suceder de la ciudad que en el municipio de Ondarroa, ciudad de la provincia de Vizcaya, con 8.836 habitantes y que está gobernado por Bildu partido independentista y pro etarra, hay una columna, en medio del jardín de la entrada del puerto, que recuerda a los 17 marineros de aquella ciudad que murieron en el ´Baleares´. Se discutió en el ayuntamiento si se destruía aquel monolito por estar erigido en recuerdo de marineros que estaban enrolados en el bando nacional de la guerra y el resultado de la votación fue unánime, se debía respetar el monumento, se trataba de un asunto de respeto y consideración a jóvenes de Ondarroa. En aquella pequeña ciudad que sigue gobernada por un partido proetarra el monolito ahí está. La columna tiene una inscripción que reza lo siguiente: "A la memoria de los hijos de Ondarroa que heroicamente dieron su vida... en el crucero ´Baleares´".
