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Llorenç Riera

El aumento de empleo no incorpora calidad

Fijémonos en los contenidos antes que en la cifras. Es la mejor forma de adquirir conciencia de que en el monte no hay tanto orégano como aparenta o, si lo quieren con un segundo refrán castellano, todavía estamos muy lejos de poder atar los perros con longanizas. Antes, deberemos seguir esforzándonos al máximo para asegurarnos el sustento cotidiano propio. Habrá que trabajar más para obtener lo básico y elemental.

Este verano todo será impresionante a simple vista. Habrá más turistas que nunca y en buena lógica, en la isla en la que también se desvanece todo el tejido industrial desvinculado del ocio, también habrá más puestos de trabajo efectivos. Incluso no se abusará tanto de los contratos a tiempo parcial pero, sin embargo, los sueldos no crecerán en la forma apetecible y que pudiera responder al alcance efectivo de los ingresos empresariales.

Más cantidad y menor calidad. Es la forma más rápida de resumir el panorama laboral de Balears. Es una tendencia clara que se vienen produciendo desde hace tempo ya y que confirman, con mayor contundencia que nunca, los datos de empleo del mes de marzo. El verano inminente será capaz de superar las cotas de ocupación conocidas hasta ahora pero, por contra, no logrará descender por debajo de los mínimos de paro histórico. Sigue habiendo mucha contradicción y abundante desconcierto en el mercado laboral de las islas. La apariencia se ha vuelto más engañosa que nunca.

El conseller de Trabajo, Iago Negueruela, se cansa de repetirlo: se está muy lejos del crecimiento real y sólido, por dos motivos, porque la calidad del empleo que se regenera es muy baja y porque el paro todavía es demasiado elevado. No se logra, ni de lejos, satisfacer a la demanda. Este verano, con todo ocupado en los hoteles, apartamentos regulados y alquileres turísticos, puede haber 50.000 desempleados. Ahora se cifran en 66.134, mientras que en el verano de 2007, inmediatamente antes del estallido de la crisis, se contabilizaban 26.000.

Pero en esta primavera de 2016 lo más impactante es que se está lindando el récord absoluto de trabajadores, según reafirman los datos del mes de marzo. Lo está propiciando una Semana Santa avanzada en el calendario con continuidad directa hacia el verano y el preámbulo de algunos operadores que en febrero ya enviaron sus primeras remesas de visitantes.

En cuanto a número de ocupados, Balears crece ahora al ritmo del 5%, el doble de la media nacional. Con 22.000 contratos más que hace un año ya hay en las islas 406.742 afiliados a la Seguridad Social. Si se crean los otros 25.000 empleos que se prevén de cara al verano, se puede llegar al mes de agosto con 530.000 trabajadores. Son más de los del mejor momento de la confluencia del turismo y el ladrillo, cuando en el estío de 2007 un total de 512.543 personas tenían trabajo en estas islas. Ahora serán más, con la salvedad importante de que cobrarán menos y se ocuparán en peores condiciones.

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