Diario de Mallorca

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Pedro De Silva

En corto

Pedro de Silva

El

Andábamos haciéndonos ilusiones o desilusiones sobre el cambio o sobre menos lobos (cada uno según su corazón), y andaban los políticos montando sus castillos o esperando en el castillo, cuando apareció EL, diciendo lo que suele, o sea: yo soy el que soy. Entonces cambió el color del aire y se hizo un gran silencio, de esos que vaticinan un gran trueno y una gran nevada. EL es así, aparece de pronto cuando lo teníamos olvidado, y entonces se estremecen las células (que al final son las que más entienden), para luego ir formando en todo el cuerpo un gran estremecimiento, con castañeo de dientes. La repentina aparición de EL nos recordó nuestra humilde condición de amanuenses cuya función consiste en mover de sitio algunos números, aliñar programas, vestir de novedad más de lo mismo y echar mano otra vez de la tijera. EL, o sea, EL DÉFICIT, nos hizo caer en la cuenta de las cuentas.

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