La Acadèmia Mèdica Balear (AMB) se creó en Palma en 1963 como filial de la Fundaciò Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya i Balears (Barcelona), siendo una entidad de carácter científico, independiente y pluriprofesional. Esta última entidad fue fundada en 1892 como una tribuna y lugar de reunión de los profesionales de la salud de Cataluña, Balears, Valencia y Andorra. Se constituyó originalmente como una institución científica independiente sin ánimo de lucro, puesta al servicio de los países catalanes y no vinculada a ningún organismo oficial.

A diferencia de otras instituciones médicas, la AMB está formada por más de 600 socios, correspondiendo a profesionales relacionados con el ámbito de la salud o la biomedicina. Así pues pueden formar parte de la misma médicos, farmacéuticos, psicólogos, odontólogos, enfermeras, fisioterapeutas, biólogos y veterinarios. Los socios se dividen básicamente en numerarios, personas con un título universitario superior, y agregados, estudiantes universitarios en estudios biomédicos. Esta institución se estructura internamente en secciones o sociedades, que son un grupo de socios con un interés o especialidad biomédica común. En la actualidad la AMB está formada por 28 secciones distintas que abarcan todo el espectro de las ciencias biomédicas.

Los objetivos fundamentales de la AMB son básicamente la formación médica continuada, la docencia, la actualización en la información científica y la divulgación de la ciencia a la sociedad. Aunque la base de su creación fue originalmente el debate y la actualización científica de los socios, en la actualidad la divulgación científica está siendo considerada como una pieza básica de su funcionamiento. La sociedad necesita información científica y biomédica veraz y de calidad que le sea transferida y comunicada a través de programas de comprensión civil. A este objetivo se van a dedicar las sesiones científicas que pretenden acercan a la sociedad los nuevos conocimientos basados exclusivamente en la evidencia y el rigor.

La AMB está dirigida por una junta permanente y una junta de gobierno, y ambas son conscientes que para conseguir el avance y el progreso de las ciencias biomédicas, en los aspectos profesionales, científicos y docentes, es esencial la formación médica continuada y los programas de actualización médica progresivos. Esta formación es la base del avance de la ciencia, que se renueva casi cada diez años, y cuya magnitud y envergadura es muy difícil de abarcar de una forma individual. Los cursos y programas de formación científica continuada de la AMB pretenden ayudar a los profesionales a compactar, filtrar y procesar toda la información biomédica en reuniones o sesiones que faciliten su comprensión para posteriormente incitar al debate y la duda.

Todas estas actividades docentes y formativas están siempre acreditadas (requisito imprescindible) por la agencia competente, de modo que son sometidas previamente a un proceso de evaluación externa. La acreditación es en la actualidad el único camino para el reconocimiento de la excelencia no sólo en los cursos de formación sino en el propio y personal prestigio profesional.

Otra de las actividades de la AMB es la asesoría científica y metodológica para la elaboración de proyectos o programas de investigación, adecuándolos a los requisitos específicos de las diferentes convocatorias. Además colabora con las diferentes secciones en la organización de jornadas, cursos y congresos, facilitando toda la logística necesaria para ello. Tiene capacidad para gestionar los recursos, actividades y proyectos a través de su secretaría organizativa y funcional.

Cumpliendo con su objetivo divulgador, participa en la presentación de actividades y eventos científicos locales y nacionales; así como colabora con la industria farmacéutica en la divulgación científica y la presentación de los avances en farmacoterapia o vacunas.

Como entidad científica la AMB forma parte de instituciones relevantes de nuestra comunidad como la Fundación del Patronato Científico del Colegio de Médicos, el Consejo Balear de la Salut o la Agencia de evaluación y acreditación, entre otras. Por ello se la debe considerar como un órgano consultor para los temas de las ciencias biomédicas y sus informes y opiniones son consideradas por otras instituciones académicas.

A pesar de llevar más de cincuenta años en Balears, la AMB sigue siendo todavía algo desconocida para la comunidad científica y bastante más para la sociedad en general. Es por ello que se pretende hacer un esfuerzo para mejorar esa visibilidad adecuando su funcionamiento a los nuevos modelos de relación social y profesional. La AMB debe ser para todos "un lloc de trobada per la ciència" en donde científicos y sociedad encuentren un punto común de equilibrio entre la información y la formación.

* Presidente de la Acadèmia Mèdica Balear