Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Quaderna

Crisis del sistema: cuatro claves

1.Sociedad y economía: España pierde de repente la grandeza efímera de los años del Gobierno de Aznar y de los cuatro primeros años del Gobierno de Zapatero. Los gastos de las Administraciones públicas y el fuerte endeudamiento de particulares y empresas quiebran el sistema; y todo ello agravado por la crisis inmobiliaria. Surgen así movimientos separatistas en Cataluña y crecen las protestas sociales que se organizan en plataformas tales como antidesahucios y 15M, que tienen un gran impacto con el lema "No nos representan".

Los problemas económicos y el paro golpean a la clase trabajadora, autónomos y clase media. También a la pequeña y mediana empresa. El sistema de cajas de ahorro entra en quiebra técnica y hay que acudir al rescate y las fusiones. Y mientras los ricos son cada vez más ricos y los políticos siguen conservando sus privilegios, subiendo de forma exponencial la mendicidad en las calles y el número de familias que se quedan sin ingresos. Esta fue la España que heredó Rajoy de manos de los socialistas. Pero paradojas de la vida cuatro años después parece que el culpable de estos males es el PP en general y Rajoy en particular. Todo ello por culpa de los graves casos de corrupción, de no haber hecho política y de dedicarse solo a parar la crisis económica.

2. Ideología: los partidos tradicionales entran en crisis, y el optimismo y la confianza de antaño se convierte en desengaño y falta de credibilidad. Este hecho es aprovechado por la eclosión de dos nuevas formaciones políticas, Podemos y Ciudadanos, que conectan, cada uno a su manera, con el molestar social y el desplome de la confianza en la política y los políticos. Podemos lo hace abrazando el manual leninista de "asalto al poder" trufado de socialdemocracia, pero en el fondo llevan el ADN bolivariano. Ciudadanos conecta con la clase media desencantada y aplica un programa ideológico basado en la confluencia de la ideología liberal, imperante en los partidos de centroderecha europeos y cierto intervencionismo, más propios de los partidos de izquierda.

Mientras ello ocurre, PP y PSOE siguen fustigándose unos a otros con la "corrupción", sin darse cuenta de que ni unos ni otros pueden hablar de la paja en ojo ajeno, sin reconocer la viga en ojo propio.

3. Independentismo: el renacimiento del independentismo catalán hay que buscarlo principalmente en: a) El abandono del nacionalismo moderado de CIU para entregarse a los brazos de ERC y la CUP; b) Fuertes campañas de manipulación histórica, a través de los medios de comunicación públicos de Cataluña; dirigidas a crear un sentimiento de rechazo al concepto de España; c) Necesidad de tapar los casos de corrupción que afectan a Cataluña y de manera especial a la antigua CIU y a la familia del "padre" de la catalanidad, Jordi Puyol y d) Identificación de un enemigo común único Madrid, claro como causa de todos sus males y frustraciones.

Todo ello es explotado y desarrollado en un momento de profunda crisis política, social y económica y con unos poderes del estado timoratos, y carentes de voluntad política para cumplir y hacer cumplir la ley. Así el proceso independentista ha cuajado, en al menos un 50%, en la sociedad catalana. Cada día que pase será más difícil revertir la situación.

4. Relativismo: el relativismo, junto con el utilitarismo, se han convertido en la hoja de ruta de los distintos actores sociales; tanto políticos y sindicales, como económicas y morales. Hoy se desprecia el valor a la vida, a la palabra dada, a la honradez, al esfuerzo, al honor, a la verdad, al buen gusto, etc. Hoy lo que impera es la mentira, la traición, el destruir al adversario, la división, el rencor, la manipulación y la perversión del lenguaje.

De lo que se trata es de construir una sociedad sin principios ni valores. De lo que se trata es de llegar al poder como sea y por encima de quien sea; de conservar el poder como sea y por encima de quien sea. De lo que se trata es de hacer de la codicia ya sea social, empresarial, sindical, política o económica, el valor supremo de nuestra existencia, sin importarnos el vecino, ni el daño que podemos causar.

Estos son, según mi modesta opinión, las cuatro claves que han hecho que hoy España esté en una crisis de sistema, comparable a la crisis del sistema de finales del siglo XIX y principios del XX. Hoy más que nunca necesitamos de hombres de Estado, que miren más por España y el bien común que por su propia supervivencia como líderes. Hoy necesitamos nuevamente de hombres como Suárez, Carrillo, Felipe, Fraga, Tarradellas, y tanto y tantos otros que en 1975 fueron capaces, no sin dificultades, de arrinconar sus diferencias, sin necesidad de renunciar a sus ideales y así construir y diseñar un proyecto común por y para todos las españoles, superando de una vez por todas las dos Españas, que desgraciadamente, y desde la llegada al poder de Zapatero y el pacto del Tinell, vuelve a estar presente entre nosotros.

Hoy necesitamos hacer realidad lo que predicaban los clásicos; "deben gobernar los mejores, los más preparados". Que traducido implica los que tienen experiencia acumulada al margen de la política; los que de verdad se acercan a la cosa pública por vocación y no como un modo de vida y subsistencia. Sólo así se acabará con la mediocridad y se podrá exigir que el político esté bien pagado. Pero de momento, visto lo visto, el político está exageradamente bien pagado, salvando honrosas excepciones. Y si no, hagan la prueba: ¿cuántos de los políticos que han dejado de serlo tienen ahora un sueldo medio de unos cuatro mil doscientos euros al mes? Si encuentran alguno, díganlo.

Compartir el artículo

stats