Una casa cómoda y personalizada, en un lugar seguro, próximo, con paisaje agradable y exclusivo, aparte de un clima que no estropee todo lo anterior. Es el sueño de cualquiera, también de los europeos sin sol de origen y considerable poder adquisitivo. Dado que este lugar existe y se llama Mallorca, aquí están, aprovechando las treguas de las crisis económicas y los avatares bursátiles.
Es el fenómeno que explica el espectacular repunte de la venta de viviendas de lujo experimentado en la isla durante el último año. Mallorca incrementa su tendencia de pequeño paraíso para los pudientes europeos, dejando en inferioridad de condiciones a los nativos y residentes estables de la mayoritaria clase media, que solo pueden beneficiarse de forma parcial de la venta inmobiliaria a extranjeros. Datos cantan. El número de españoles que han adquirido casa de lujo en la isla durante el último año se cifra en el 5% frente al 60% acaparado por alemanes, suizos y austriacos.
Con todo, la realidad es que la alta demanda extranjera ha disparado en 2015 los precios de las casas ubicadas en lugares preferentes y ha reactivado los apartamentos, ahora tan apetecidos para el alquiler vacacional y que hasta la Defensora del Pueblo demanda regular de una vez por todas.
Las buenas oportunidades, las gangas que podían llegar a encontrarse coincidiendo con el núcleo duro de la crisis económica, se han esfumado. La verdad es que la clientela potencial del lujo siempre ha notado menos los vaivenes de la economía. Seguramente esa es la causa por la cual también es la primera en reaccionar cuando el temporal amaina.
Dentro de esta dinámica, el año pasado las ventas de alto standing se incrementaron un 40% en relación al ejercicio anterior. En algunos puntos de la Serra de Tramuntana se llegaron a pagar a 17.000 euros el metro cuadrado. Por lo visto, la zona oeste de la isla es la más apetecida seguida, por este orden, del suroeste y del casco antiguo de Palma. Según el informe de la inmobiliaria Engel&Völkers, en 2015 se vendió por valor de 292 millones, es un 13% que en el ejercicio anterior.
El gran éxito inmobiliario de Mallorca, a la hora de adquirir una casa de lujo, obedece fundamentalmente a una confluencia de fenómenos y circunstancias. Dispone de paisaje inigualable y buen clima, está a dos o tres horas de avión de cualquier capital europea y por añadidura está considerada un lugar seguro, con buenas infraestructuras y una oferta de ocio apetecible.
Descrito de esta forma es lo que vienen a decir las inmobiliarias para explicar el "saludable momento" del sector de lujo resulta difícil hallar competencia. Otras zonas del Mediterráneo disponen de condiciones naturales semejantes a las de Mallorca pero, en cambio, en los últimos tiempos, debido a causas diversas, no están en disposición de ofrecer los mismos servicios ni el mismo nivel de seguridad.
A este paso, el comportamiento del sector del lujo y del alto poder adquisitivo lleva camino de influir de modo determinante sobre todo el movimiento inmobiliario producido en la isla.
