Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los límites del humor

Aunque a muchos, lo que voy a afirmar, les resulte de una provocación gratuita e innecesaria, Charlie Hebdo tiene su ética. Una ética peculiar, si...

Aunque a muchos, lo que voy a afirmar, les resulte de una provocación gratuita e innecesaria, Charlie Hebdo tiene su ética. Una ética peculiar, si quieren. Es la ética de quien no se arredra ante nada y de quien no se casa con nadie. No comparto muchas de sus formas de actuar y admito que han rebasado de sobras los límites de lo tolerable y también de lo soportable. Ahora bien, su opción, a todas luces arriesgada, es ésta: la de no callarse ante nada y ante nadie. Guste o no. Y muchas veces, en efecto, no nos gustan sus formas. A pesar de todo, hay que defenderlos. No olvidemos que sufrieron uno de los atentados más terroríficos. Fueron asesinados por practicar la burla. De alguna manera, los de Charlie, a pesar de su talante descreído y ácrata, iconoclasta y corrosivo, también son creyentes. Su creencia es la libertad de expresión total y absoluta, y el peligro evidente que tal postura y apuesta conlleva en estos tiempos de fanáticos religiosos. Podríamos aceptar que su fanatismo, el de Charlie, es éste: son fanáticos de la libertad de expresión, y sus víctimas son muy variadas. Tienen un punto suicida que nos intriga. Por supuesto, no les vamos a reír todas las gracias y ocurrencias que expresen y plasmen en el semanario. Muchas de ellas nunca dibujarán una sonrisa en nuestros rostros.

Compartir el artículo

stats