Tras conocerse este martes el buen dato del empleo en diciembre, se ha publicado una información emitida por el ministerio de Empleo, en la que se da a conocer que en los presupuestos generales de 2015, el Gobierno había destinado una partida de 25.300 millones de euros a la cobertura del desempleo. Sin embargo, "el buen comportamiento del empleo" hará que el desembolso sea mucho menor: hasta noviembre, la cuantía acumulada en 2015 se limitaba a 18.845 millones, y con los datos de diciembre la cuantía final se moverá en torno a los 20.700 millones de euros, 4.600 millones por debajo de lo presupuestado.
Este ahorro sería una buena noticia, y se entendería el alarde, si no estuviera cayendo al mismo tiempo la tasa de cobertura del desempleo: sólo el 55,3% de los desempleados (frente al 57,9% del mismo mes de 2014 y el 61,4% de noviembre de 2013) percibe un subsidio. Es decir, hoy día, 45 de cada 100 parados no se beneficia de ayudas económicas. Y la tendencia seguirá al alza porque los parados de larga duración se cronifican y cada vez son más los que ven como concluye el plazo tasado de percepción del seguro de paro sin que hayan encontrado un empleo.
Es indecente que, en lugar de mostrar alborozo por este "ahorro" en el desempleo, no se apliquen más medios a financiar políticas activas que pongan coto al drama.
