El PNUD acaba de publicar el Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2015 y España se sitúa en el puesto 26 con un nivel de desarrollo humano general en 2014 de 0,876 (el máximo es 1), justo por detrás de Finlandia y Eslovenia e inmediatamente por delante de Italia y la República Checa.
El índice de 2014 supone una ligera subida respecto de 2012 y 2013, cuando fue de 0,869, y representa un salto del 24,8% desde el 0,702 que alcanzaba en 1980. En este periodo, la esperanza de vida al nacer ha aumentado 7,5 años; la media de años de escolaridad se ha incrementado en 4,6 años, y la expectativa en este sentido ha crecido también 4,7 años. El PIB en estos 24 años ha subido un 72,5 por ciento en términos relativos.
No obstante, si se calcula la evolución del IDH atendiendo al nivel de desigualdad que hay en cada país, la tendencia favorable de 2014 se invierte: España pierde un 11,5 por ciento de su tasa de desarrollo humano por la falta de equidad entre su ciudadanía y se queda en 0,775 puntos, como a finales de los 80. En 2013, este impacto de la desigualdad era del 10,5%.
En síntesis, la crisis ha producido gran inequidad en España, por lo que la principal urgencia del nuevo gobierno ha de ser recuperar los niveles anteriores, hacer este país más humano, equitativo y solidario.
