Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Matías Vallés

En ascuas

Matías Vallés

La alineación indebida de Soraya

La mayoría de votantes populares preferirían que su candidata fuera Soraya, en lugar de Rajoy. Para encumbrarla, conviene que el 20D no voten al PP, con lo cual mejoran sus opciones de encumbrar a la vicepresidenta. La Sexta, especializada en impartir lecciones de deontología periodística al resto de la profesión, montó ayer un debate falsificado a la presidencia del Gobierno, dado que el veinticinco por ciento de los participantes no aspiran a ese cargo.

Costaba decidir si el debate se celebraba entre cuatro penitentes encorsetados por la mecánica del videojuego, o solo a mayor gloria del star system de Ana Pastor, secundada por Vicente Vallés y auténtica protagonista de la noche en cualquier minutaje. Una vez determinada la alineación indebida de Soraya, en un acto de sumisión al Gobierno de una cadena que presume de independencia, la sanción puede corresponder al ente público convocante -sí, una licencia estatal-, al PP que no desaprovecha la oportunidad de menospreciar a los ciudadanos, o a los candidatos de otros partidos. Como mínimo, los ingenuos Rivera, Iglesias y Sánchez debieron enviar a segundones al debate. Pero ay, la mística de La Sexta, donde la ultraprotegida Soraya vía La Razón puede afirmar sin sonrojo que "el PP es un equipo". Los moderadores se olvidaron de plantear si el entrenador es Luis Bárcenas.

Después de meses de politólogos y de maquilladores de ideas, nadie ha enseñado a los candidatos y a la no candidata que las estadísticas y datos numéricos carecen de sentido en los medios audiovisuales. En esta campaña no domina la corrupción, ni Cataluña, ni el paro, ni Isis. Solo se habla de debates. Al presentarse voluntaria como candidata única del PP, la vicepresidenta puede arruinar su futuro político, tanto si Rajoy alcanza un resultado suficiente como si los negociadores exigen la cabeza de un Rajoy que ni se inventó una excusa para ausentarse del videojuego. Se limitó a contemplarlo por televisión.

Dado que una cadena se jacta de presentar "El debate decisivo" para unas elecciones abiertas por democráticas, conviene repasar el curioso sesgo de La Sexta en fechas recientes. El pasado sábado, la misma cadena supuestamente insultada anoche por Rajoy le brinda obediente un homenaje, en La Sexta Noche. Un parado le pregunta al presidente del Gobierno por las energías renovables, que sin duda es la principal preocupación entre los cuatro millones de desempleados y dos millones de subempleados del PP.

El domingo, la cadena decisiva le ofrece su divino prime time a Cristina Cifuentes, de nuevo sin periodistas y de manos de otro comunicador que ejercía de catedrático de ética profesional antes de ser reemplazado por Bertín Osborne. Ayer se montó el videojuego "que venga cualquiera del PP", bajo la batuta de Ana Pastor, otra profesora de independencia. En el primer recuento, Soraya lideraba el cronometraje de tiempos de intervención. Solo dispuso de un minuto de más que sus rivales, la vicepresidenta exigirá un programa en solitario como desagravio. Y lo conseguirá, así funciona el periodismo en Madrid.

Compartir el artículo

stats