Hace pocos días se cumplían quince años del asesinato por ETA de Ernest Lluch, ministro de Sanidad. Un gran político que con el diálogo como bandera, fue el impulsor de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS). Con el SNS, Atención Primaria ganó funciones y competencias y se dignificó el trabajo desarrollado en este nivel asistencial. De los ambulatorios, con asistencia individualizada durante dos horas, con menosprecio al trabajo realizado por el personal de enfermería, sin asistencia domiciliaria, etc se pasó a los centros de salud, con equipos multiprofesionales, con amplia dedicación horaria y con unas funciones y competencias mucho más diversas.

Atención Primaria se impulsó con varios principios básicos, entre las que destacan la globalidad, la continuidad y la accesibilidad, tanto horaria como geográfica. Para desarrollar esta última, desde finales de los años 90, los centros de salud y unidades básicas pasaron a ofrecer atención sanitaria durante las tardes. Así un médico de familia o una enfermera ofrecían asistencia sanitaria una o dos tardes a la semana.

De la misma manera se pasó de tres ambulatorios en toda Palma a principios de los 80, a tener actualmente 19 centros de salud y siete unidades básicas, que facilitan la continuidad y la accesibilidad. El año 2012, el PP, decidió reducir la accesibilidad de los ciudadanos a Atención Primaria. Por un lado, cerrando los centros de salud a las 17:30 horas. Por otro obligándoles, en caso de necesidad a desplazarse hasta un PAC (en Palma sólo hay tres).

Fue una medida integrada en el plan de equilibrio económico financiero de la CAIB con el objetivo de ahorrar 1,7 millones de euros al año. Un objetivo económico y no de mejora de la asistencia sanitaria. Hay que recordar que el PP también suprimió la gerencia de Atención Primaria de Mallorca. Estas decisiones condicionaron la creación de una amplia plataforma en defensa de la Atención Primaria para enfrentarse a dichas decisiones.

Debemos recordar que este plan de equilibrio también contemplaba el cierre del Hospital General y del Hospital Joan March, medida no realizada por la presión de la ciudadanía y de los profesionales sanitarios. La medida del PP de cerrar los centros de salud por las tardes supuso eliminar una parte importante de la demanda asistencial total que se producía, recortar la accesibilidad de los ciudadanos a la atención sanitaria (hablamos de personas que trabajan por la mañana, hablamos de personas que necesitan ser acompañadas, hablamos de niños en edad escolar, etc.) y de un aumento de coste económico (se tuvo que contratar personal sanitario porque se amplió el horario de los Puntos de Atención Continuada (PAC), con un coste cercano a los 740.000 euros al año). Asimismo, al recortar la accesibilidad horaria, se aumentaron las urgencias, tanto en los PAC como en los hospitales, con la consiguiente pérdida de calidad asistencial y aumento de coste asistencial.

Ahora, desde día 1 de diciembre, la conselleria de Salut volverá a abrir los centros de salud por las tardes, para mejorar la oferta de asistencia sanitaria y la accesibilidad horaria y geográfica. Los profesionales sanitarios tendrán un horario parecido al de 2012, no supone ampliación de jornada y, además, se aumenta en 9 millones de euros el presupuesto de personal en Atención Primaria, lo que garantiza la contratación de nuevos profesionales sanitarios y de personal eventual y de sustitutos. La calidad asistencial se mantiene y mejora.

Con esta medida se facilita el derecho a la atención sanitaria y se permite un mejor desarrollo de las funciones de Atención Primaria. De la misma manera se cumple un compromiso electoral, un acuerdo de gobierno y un compromiso con los ciudadanos. Se recupera por tanto la accesibilidad, se amplia la oferta asistencial, se mejora en calidad asistencial y se recupera un derecho en salud que el PP había mutilado en 2012. Salut reactiva la Atención Primaria y amplia servicios, personal y horarios. La ciudadanía gana.

(*) Diputado del Grupo parlamentario socialista