De los aburridos programas electorales, destaco un aspecto innovador que resulta llamativo y que se plantea intensamente por primera vez en estas elecciones generales: el que se refiere a la reforma horaria y, en general, a la adopción de medidas de flexibilidad que permita conciliar vidas en el seno de la unidad familiar. De momento, PSOE, Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida han formulado propuestas en este sentido, y Ciudadanos propone incluso un "Pacto nacional por la racionalización de horarios y la conciliación laboral". Las principales medidas, enunciadas por la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe) son éstas: horarios flexibles de entrada y salida, con un margen de dos horas; concesión de puntos en la contratación publica a las empresas que faciliten la racionalización horaria; equiparación progresiva del permiso intransferible de paternidad entre padres y madres; rebaja en el impuesto de sociedades a las empresas que concilien, y reducción del parón del mediodía a 30-45 minutos. Se echa en falta otra medida, esta cultural, muy necesaria en este país, por los malos hábitos adquiridos: debería prohibirse la prolongación de la jornada laboral en los centros de trabajo. Contra lo que parece, la productividad es mayor cuando los trabajadores, en lugar de hacer méritos extendiendo su horario, se sujetan a la jornada laboral y descansan el resto del tiempo.
