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Abrir el periódico para ver la tele

El principal diario español proclama que será escenario del primer debate electoral de la campaña del 20D. Anuncia Iglesias, Sánchez y Rivera, y dice que se ha invitado a Rajoy, que no irá. Sin Rajoy, la cosa pierde, pero me interesa destacar que ese debate será televisado en directo por un periódico. ¿Paradójico? Quizás, pero estas cosas pasan en nuestro mundo digital. El debate no se podrá ver por ninguna de las cadenas de televisión que entran en casa por la antena del tejado. Tampoco por las que lo llegan a la pantalla del televisor a través de un hilo telefónico o de fibra óptica. Lo traerá la página web de un diario.

La web, este invento que hace veinte años apenas asomaba la nariz, andaba a paso de tortuga y apenas transmitía fotos pequeñitas para acompañar masas de texto, ahora es el soporte de todo tipo de contenidos audiovisuales, que además se convierten fácilmente en interactivos. Como se suele decir, sólo le falta servir cafés con leche, aunque va muy bien para pedir la cena en un portal de comida a domicilio. No hay límites: todos (todos los que tengan equipamiento, técnicos y dinero para pagar la conectividad) pueden organizar un debate electoral y emitirlo en directo en su página web. Puede ser por la presidencia del Gobierno, por la alcaldía del municipio, o entre partidarios y detractores de poner ascensor en la escalera del bloque de pisos. Y además se puede mantener al alcance de quienes deseen verlo más tarde. Las posibilidades son prácticamente infinitas. Alquilar un satélite para emitir cuesta un dineral, el número de canales de televisión terrestre (TDT) son limitados, pero la web pone a nuestro alcance de forma simultánea millones, de vídeos. Es una selva inconmensurable que produce vértigo cuando uno se da cuenta de la magnitud de la oferta. El miedo a perdernos nos asalta como algo natural.

Pero entonces llegan las marcas que ya conocemos de la vida no digital, como por ejemplo, las cabeceras de los diarios de referencia, y nos dicen: oye, que yo también estoy aquí, ven a sentirte seguro entre mis brazos. Y nos dan noticias, comentarios y debates en formato televisivo. Compiten con las cadenas por las imágenes noticiosas y a menudo les pasan por delante, como se ha visto con las grabaciones ciudadanas de los atentados de París. Entrar en Internet a hojear mi viejo diario, que era de papel, para ver qué vídeos lleva hoy: he aquí el nuevo paradigma, que le llaman ahora.

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