Las siglas inevitables de Declaración Unilateral de Independencia son DUI. En Estados Unidos cunde la preocupación por la situación catalana, según demuestra el Wall Street Journal al consignar que "el choque de Cataluña con España no se resolverá con la rapidez que desearían los mercados". Seguramente, el diario de Murdoch ha interpretado DUI como la figura delictiva "Driving Under the Influence" o conducir en estado de embriaguez. Al pilotar con exceso de alcohol, se hacía inevitable la colisión que utiliza no solo en sentido figurado el diario estadounidense. Dado que está ampliamente cubierta la cuota de artículos contra Cataluña, disfrazados de artículos contra la independencia de Cataluña, se nos permitirá que no especifiquemos si el conductor borracho tiene fijada su residencia en Barcelona o en Madrid.
La constatada multiplicación del número de independentistas catalanes durante la legislatura de Rajoy, no puede atribuirse íntegramente a Artur Mas. Si el president catalán pilota bajo la influencia de manifestaciones masivas, la sobriedad escurialense del presidente español no ofrece ninguna solución al fenómeno que tanto ha contribuido a alumbrar. En sencillo, ¿por qué el PP es insignificante en Cataluña? Los populares han de agradecer a las disolventes CUP que no respalden al líder de Convergència, la peor decisión para los intereses de los promotores de la república catalana. Dado que la política solo aborda problemas reales, Mas ya solo tiene derecho a decidir si Romeva es el hombre o si Neus Munté es la mujer. Aquí se evapora su influencia.
La historia es más generosa que la actualidad, y el president bajo la influencia tendrá oportunidad de comprobarlo cuando se pacte una salida intermedia. Quienes proclaman "No va Más", en un artículo único que haría las delicias de los regímenes estalinistas que esgrimen para denigrar a la Generalitat, rozan la perversión absoluta con su fijación en el 48 por ciento de votos. Las mayorías absolutas solo son legítimas cuando las consigue el PP, que carece de la mayoría de sufragios. Y aceptando que la mitad de los catalanes no quieren la independencia, ¿alguien dispone de una solución para la otra mitad?
