José Manuel Soria tiene un serio problema de relación con Balears, lo cual resulta tan incomprensible como injustificable tratándose de un ministro de Turismo. Cualquier actitud o comportamiento procedente de este archipiélago le parece mal. Un problema o dificultad puntual sería admisible, pero no lo es la animadversión permanente.
Soria ya encajó muy mal la oposición del Govern Bauzá a las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo. No se distinguió precisamente por la afinidad con el Ejecutivo autonómico del mismo color político. Ahora, el ministro de Turismo abre afrenta con la ecotasa, a la que sólo ve vertientes negativas. Ayer lo dejó claro en la World Travel Market de Londres. No sólo eso, también cerró el grifo de la financiación. Con proyección internacional dijo que no mandará más dinero hasta que no se justifique el uso del remitido hasta ahora. Ya tenemos al ministro de Turismo aportando información parcial y haciendo propaganda negativa de Ba- lears. ¡Para eso vamos a la feria de Londres!
Era una clara alusión a la rehabilitación de la Platja de Palma. El vicepresidente Barceló lo explicó después con mayor precisión. De los 20 millones entregados hasta ahora, 5 están justificados y el resto en perspectiva de revisión. Por tanto, sería más aconsejable el diálogo antes que la acusación ministerial.
La visita de las autoridades a la Feria de Londres sirvió ayer para dejar patente la apertura de una nueva brecha en materia turística. La presidenta Armengol aprovechó la presencia de Soria para reclamar las inversiones estatutarias, dado que algunas de ellas están ligadas al turismo y también la convocatoria de la comisión balear de financiación que ya tiene apalabrada con el ministro Montoro.
En el aspecto promocional, ayer era el día para promocionar Balears como foco de turismo deportivo y más en concreto ciclista. La presidenta Armengol se rodeó de leyendas de los pedales naturales o vinculados a Mallorca para resaltar las bondades del cicloturismo. Estaban Joan Llaneras, Casey Morgan, Bradley Wiggins y Sean Kelly. Un pelotón de lujo para vender el tour vacacional balear.
Pero las bicicletas pensadas para la desestacionalización balear quedaron un tanto aparcadas sobre el arcén de la actualidad, a la vista del choque entre Soria y Armengol. La presidenta se aproximó
al tono de bronca para reivindicar el resto de los 63 millones millones comprometidos con Balears, quejarse de la subida del IVA turístico y de la amenaza de prospecciones. "Esto no puede ser, ministro" afirmó la presidenta. Pero es y no lleva camino de cambiar. El Gobierno sigue sin tomarse en serio a Balears.
