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Destrucción del "memorial de sa feixina" y desmemoria histórica

Me parece una lamentable decisión de nuestro actual Consistorio. Desde el punto de vista de "la historia" (y del patrimonio), lo que pretende el actual ayuntamiento de Palma es destruir una seña de identidad de la ciudad y más especialmente del barrio de Sta. Catalina por dudosos motivos ideológicos (y escudándose además en excusas técnicas y más concretamente arquitectónicas), y sin preguntar a la ciudadanía (eso sí, que se supone les respalda masivamente...).

Esta decisión es una contribución más a la lista de desmanes que ha ido sufriendo Palma a lo largo de los tiempos: destrucción del Convento de Sto. Domingo a mediados del XIX (quizá tuvo que ver, además de la desamortización de Mendizábal, el activo papel que tuvieron los dominicos en la inquisición) y de otros edificios de la iglesia; la destrucción a finales del XIX y hasta bien entrado el S. XX de las murallas y puertas emblemáticas de Palma (con la excusa de la insalubridad de la ciudad amurallada por falta de ventilación se fueron al traste casi todos los lienzos de la muralla renacentista, y la puerta de Sta. Margalida y otras muchas...); destrucción de la estatua de Ramón LLull por motivos políticos allá por el año 36; destrucción de buena parte del casco antiguo por la edificación de la calle Jaime III, allá por los años 40 del siglo pasado; destrucción (y reconstrucción?) "des Pont des Tren" a principios del S. XXI; destrucción de la fachada marítima por la construcción del Palacio de Congresos "que todos queríamos "igualmente a principios del S. XXI, etc....

En el caso del monolito de sa Feixina, hoy convertido en un Memorial de la Guerra Civil (y para que no se olviden los horrores de la guerra), su destrucción contribuye al "Olvido Histórico", y consecuentemente no hace ningún bien a la "Memoria Histórica". El problema de olvidar las guerras, es que luego vuelven a estallar (justamente porque se han olvidado)...

El Estadio Olímpico de Berlín se construyó a mayor gloria del régimen nacionalsocialista, sin embargo se conserva como parte de la memoria y del horror que vivió Alemania, no sólo por el "nazismo", sino también por la propia Guerra Mundial y por los terribles bombardeos que sufrió la población...

Pero aquí en Balears y en buena parte del Estado Español la Guerra Civil se trata de olvidar; y es que parece que en las islas no hubo guerra, no...: el desembarco y batalla de Manacor no existieron; tampoco las represalias contra los "republicanos" en Mallorca; ni las represalias contra los "nacionales" (nacionalistas, en término de aquella época) en Ibiza o en Menorca; tampoco los aviones republicanos bombardearon a la población civil de Mallorca; ni la aviación italiana y alemana, con base en Mallorca, bombardeó a la población civil de Barcelona; ni nada de nada... Otra cosa que suele suceder es que se recuerda lo ocurrido de forma muy tendenciosa por unos y por otros (p.e.: el capitán Bayo era un genio de la estrategia, o bien un inútil ¿?; los muertos por la República están "bien" muertos, o los muertos por los "nacionales" están bien muertos...¿?... Para mí, todos están "mal muertos"). Desgraciadamente a nuestros políticos, a unos y otros, les siguen encantando las películas de Walt Disney, con buenos buenísimos y malos malísimos. En mi opinión está muy claro que los que perdieron la guerra fueron los muertos de cualquier bando (asesinados, bombardeados, caídos en el frente o en cualquier sitio), los exiliados, los lisiados, los represaliados... y justamente por esto no hay que olvidar lo que supone una Guerra Civil. Convertir el Monolito de Sa Feixina en un digno memorial a todas las víctimas de la guerra civil (lo que hasta cierto punto, se había conseguido, aunque no del todo), es/hubiera sido un gran triunfo de la sociedad democrática moderna y hubiera contribuido a fomentar el espíritu conciliador de la ciudadanía. Destruirlo, por motivos ideológicos y partidistas, demuestra que algunas personas no han evolucionado mucho desde 1936 (aunque no existían entonces por no haber nacido); igualmente demuestra que desgraciadamente, estas personas albergan un brote de rencor en su alma, equiparable (aunque esperemos que menor), al de aquellos que en pleno siglo XXI son capaces de destruir templos del S. I d.C. por haber sido construidos por "idolatras"... Creo que los ejecutores de estas destrucciones, por el hecho de llevarlas a término, se impregnan de aquello que odian y quieren destruir. Una lástima para ellos y para todos.

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