Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Llorenç Riera

Isern lidera la ilusión de los vencidos del PP

Un año de travesía del desierto. Esta vez se ha decidido a dar un paso al frente. Tal como se presumía, el exalcalde de Palma, Mateo Isern, presenta su candidatura para encabezar la lista mallorquina del PP al Congreso. Quiere reemplazar a Miquel Ramis que ahora, curiosamente, se asocia con él para hallar plaza en el Senado. La política da muchas vueltas y el PP de Balears todavía más. Está al borde del centrifugado.

Isern deberá competir con otros ocho candidatos para el mismo puesto pero, a la hora de la verdad, su aspiración será un pulso con quien fuera su teniente de alcalde en Cort, el Álvaro Gijón que se promociona como paladín de la experiencia y el relevo generacional, pero que también es el peón de José María Rodríguez en retiro activo y de un oficialismo hoy difuso por interinidad de liderazgo.

Isern ha cargado las pilas y recuperado ilusión. Sonríe con mayor acento. Asegura volver para "aglutinar a toda la gente que ha perdido el partido por los enfrentamientos electorales". Formar un pelón de lesionados tiene considerables riesgos. Comporta notables dificultades para personificar el cambio y la renovación que todos prometen para disimular su aspiración a asegurarse el cómodo escaño. Esa, y no otra, es la verdadera ilusión que les alimenta.

Pero hay que presentar lista de todas formas y en el PP a la baja Isern es un valor al alza surgido de la nada y catapultado por la Part Forana. Resulta paradójico hasta el extremo que quien ha sido primer edil de Palma se regenere a partir del refugio que le proporcionan las juntas locales alejadas de la gran urbe que confía más en Rodríguez y Gijón. Quizás también en Catalina Soler, una aspirante a senadora que busca plaza al precio de aparcar el felanitxerisme y pasar por feminista oportuna. Aunque, para oportunismos, el del camaleónico Miquel Ramis.

Isern, el exalcalde líder de los alcaldes continúa formando carácter por mera contraposición a José Ramón Bauzá, el ya senador que ha dejado impacto de intransigencia y derrota en el PP de Balears. Su candidatura tiene mucho de indemnización y se basta con la afabilidad y la proximidad. También con la adecuada administración de silencios. Menos mal, porque no puede hacerlo con el balance de la gestión en Cort. El escándalo creciente de la Policía Local de Palma de estos días o el ascendente coste del inacabado y no otorgado Palacio de Congresos no sirven de aval solvente. El mérito de Isern está en la víctima en que le convirtió Bauzá.

Los 166 integrantes de la junta insular de Mallorca tienen en sus manos la elección de los candidatos al Congreso y Senado en un partido que no está acostumbrado a pasar por estos trances pero que ahora, como consecuencia de la derrota electoral en las autonómicas y el consiguiente derrumbe de liderazgo, debe actuar en función de la interinidad. Las decisiones que se tomen darán indicios claros del rumbo definitivo que toma el PP y claves sobre los futuros dirigentes.

Compartir el artículo

stats