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Llorenç Riera

La realidad diversa y mutante del turismo

Tras la gran capa del éxito de demanda y ocupación existen muchas particularidades y efectos cambiantes que hay que saber detectar y afrontar de forma adecuada, porque en ello va el futuro y la competitividad. También hay que estar atento a las diferencias y procurar que éstas no queden en mero obstáculo, sino en reto para la integración y la superación. Podemos hablar, en este caso concreto, de una ecotasa que sigue lejos de generar unanimidad, tanto por lo que respecta a su definición como a la forma de aplicación.

Ayer, al evaluar la temporada turística en fase de conclusión, el Foro Turismo + 2015, celebrado en el Club Diario de Mallorca, dejó patentes estas realidades. Existe bastante afinidad en el diagnóstico y diferencias, algunas de ellas sustanciales, en el tratamiento a aplicar. Tanto autoridades como profesionales saben cuál es la realidad actual y los retos a afrontar para un turismo que sigue comportando el 45,5% del PIB de Balears y que modifica sus comportamientos casi a velocidad de vértigo. La misma presidenta Armengol, al cerrar la jornada, recordó que el 72,16% de los clientes hace ya directamente sus reservas por internet. Cada vez más, sabe qué quiere y a dónde va. Por tanto, el tópico de sol y playa, aún siendo muy válido, ni es tan deslumbrante ni lo acapara todo. También es mejor que sea así, porque ello permite diversificar ofertas y comportamientos y por tanto ayudará de forma decisiva a combatir la estacionalidad de siempre.

Lo había advertido el moderador del foro, el profesor Domènec Biosca, "una sonrisa aporta más luz que el sol". El reto de mañana mismo -la competencia ya lo sabe- pasa por tratar a la persona antes que al mero cliente y deberá hacerse con el tacto suficiente para que las sugerencias y deseos del visitante no declinen en queja.

La ecotasa es irreversible. Todos lo tienen por asumido aunque algunos agentes turísticos siguen discutiendo su idoneidad, su forma de aplicación y los destinos de la recaudación. La tasa deberá perfilarse en extremo para que las desavenencias que marca no repercutan de forma negativa en la imagen y el atractivo.

Un turismo sostenible como el que exige ahora mismo la demanda y los tiempos modernos, debe afrontar sin más demora la regularización de la vivienda vacacional en todos los aspectos y poner orden en un mercado laboral en el que la inspección de trabajo acaba de confirmar el fraude que se intuía. Tampoco se pueden olvidar unos salarios que hoy estimulan poco la implicación del trabajador. Lo denunciaron algunos de los ponentes en una línea que después también apuntó la presidenta Armengol, del mismo modo que en la apertura del foro el vicepresidente Barceló había alertado del error de menospreciar a la competencia o descuidar la coordinación de todos los sectores.

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