Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El dilema de Cameron

La hora de la verdad se acerca para el primer ministro británico, David Cameron. Desde hace unos días, han comenzado las campañas (a favor y en contra) para el prometido referéndum, a celebrar antes de finales de 2017, sobre la permanencia o no del Reino Unido en la Unión Europea. Y el camino no se presenta fácil para el primer ministro.

La intención de Cameron, en los próximos meses, es negociar un acuerdo con los principales socios europeos (Angela Merkel y François Hollande), que le permita mantener el clásico imaginario tory respecto a la UE: lograr "lo mejor de los dos mundos" (es decir, seguir dentro de Europa con mejores condiciones, sin avanzar en una mayor integración política).

El problema es que todo está por hacer. Bruselas se queja de no haber recibido la lista de exigencias de Cameron para seguir en la UE, aunque se saben: limitación de la libertad de movimientos; primacía de los parlamentos nacionales sobre la legislación comunitaria; o recuperación de competencias en materia de Interior, Justicia y derechos laborales, entre otras. Y el tiempo apremia (Francia ya ha advertido que no quiere que el referéndum coincida con las presidenciales galas de la primavera de 2017, por lo que Cameron podría adelantar la consulta al año próximo).

Además, los sondeos son inciertos (uno de la semana pasada elevaba al 47% a los partidarios de abandonar la UE) y crece la sensación de que, cuanto más se tarde en hacer el referéndum, más tiempo tendrán para hacer valer sus argumentos los contrarios a Europa (muchos de ellos, en las propias filas del primer ministro). Veremos si, esta vez (como en el referéndum escocés o en las pasadas legislativas), Cameron logra sacar un conejo de la chistera que le permita seguir a flote hasta 2020.

Compartir el artículo

stats