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Juan José Millas

Tierra de Nadie

Juan José Millás

Aliviar la rabia

Volkswagen ha mostrado unos reflejos increíbles para llevar a cabo dos acciones que se anulan entre sí: A) Habilitar un teléfono para los clientes afectados por su estafa, y B) Que el teléfono naciera colapsado. Viene a ser como devolver una deuda con billetes falsos. En fin, se trataba de cubrir las apariencias y cubiertas están. Solo cometieron un fallo: que el teléfono para la supuesta reclamación fuera gratuito. Deberían haber puesto un 902. O mejor, un número erótico, en los que el minuto sale por un ojo de la cara. Seguro que a algún directivo se le ocurrió y lo propuso, entre las risotadas de los consejeros, aunque no prosperó porque querían darle una nota de gravedad al asunto.

-Un teléfono colapsado concluiría el presidente.

Y así se hizo sin que el asunto produjera gran escándalo porque comemos ya de todo. Una marca que ha puesto en circulación millones de automóviles defectuosos, y que ha cobrado subvenciones públicas fingiendo que no contaminaban, no se ruboriza por nada. Si antes engañaban con las cantidades de CO2, ahora engañan con el servicio de atención al cliente. Para el capitalismo ya no hay límites. Fíjense en todo lo que sigue saliendo de Bankia, de Rato, piensen en la cantidad de personas que adquirieron de buena fe acciones de la Caja o a las que les colaron las preferentes. Todas esas personas de lo único de que disponen después de su ruina es de un teléfono colapsado, o de un sistema judicial colapsado, o de una honradez institucional colapsada, da lo mismo, que los tiene a la espera.

-Si es usted moreno, pulse 1; si rubio, pulse 2; si llama por las preferentes, pulse 3; si por las acciones, pulse 4.

Pulsar. Tal es el último consuelo que le queda al usuario de la democracia, de Bankia o de Volkswagen.

-¿Qué haces colgado del teléfono todo el día, querido? -pregunta la esposa.

-Pulso, para aliviar la rabia.

A todo esto, de un momento a otro aparecerá un emprendedor que haya tomado nota y empiece a vender números de teléfonos colapsados desde su nacimiento. ¿Cómo no se le ha ocurrido todavía a ningún servicio de reclamaciones? ¿O sí?

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