Balears no tiene futuro sin una apuesta decidida y realista por la transformación. La transformación del tejido productivo para trazar una senda de crecimiento sólida sobre la que asegurar la rentabilidad de la inversión productiva de las empresas, el retorno de la inversión pública y el rendimiento de la inversión que hacen las familias en educación y formación maximizando las posibilidades de ocupación, carrera profesional y remuneración. Garantizar, en definitiva, mayor bienestar y prosperidad.

La transformación también de mentalidades. Las que durante la última década han asistido impertérritas a una caída progresiva del PIB per cápita del archipiélago conformándose con ornar simplemente el discurso. Los 21 puntos porcentuales perdidos por la renta per cápita balear respecto de la UE-28 de manera progresiva desde el año 2002, que han situado el poder adquisitivo de la población del archipiélago por debajo de la media europea, son los 21 puntos porcentuales que Grecia ha recortado, en este caso de manera fulgurante durante los últimos cuatro años, sin apenas margen de reacción. Nada más que añadir respecto a la ampliación de las desigualdades.

Demasiado tiempo ha transcurrido en Balears sin diseñar estrategias de amplio alcance, con objetivos claros, prioridades fijadas y controles de evaluación y seguimiento contundentes. Seguir apelando a grandes conceptos, como competitividad, sostenibilidad, cohesión social, etc., no substituye la toma de decisiones valientes y acciones de calado real que revelen compromiso, esfuerzo y, por encima de todo, responsabilidad. La incapacidad de revertir el proceso de empobrecimiento de Balears recordemos el liderazgo en renta per cápita a nivel nacional y europeo es la principal consecuencia de una inercia sometida a discursos faltos de una acción suficiente.

Ya solo falta que empobrezcamos las palabras. Aquellas que revelan, precisamente, las capacidades y virtudes de nuestro tejido económico y social. Las que apuntan a las cuestiones que son fundamentales para retornar al nivel de renta y bienestar que le corresponde a una comunidad históricamente emprendedora como la nuestra. Cualquier cosa menos empobrecer las palabras. Dotémoslas del contenido que merecen desde el rigor, el conocimiento y la excelencia. Y si para ello es necesario recurrir a la experiencia de transformación acumulada en otras regiones que también necesitaron apostar de manera decidida y realista por su futuro, hagámoslo.

Desde la CAEB lo estamos haciendo. Conscientes que una región no puede ser competitiva si no lo son sus empresas y que la materialización de cualquier estrategia de amplio alcance en un contexto global como el actual no es posible sin conocimiento estratégico y colaboración público-privada, trabajamos en el desarrollo y consolidación de la Fundació Impulsa Balears. Una plataforma de conocimiento estratégico e interacción regional inspirada en las iniciativas llevadas a cabo por otras regiones que han culminado con éxito procesos de transformación.

Esta es nuestra apuesta, la que lideran y financian los empresarios de la CAEB. La que acoge, en su órgano de máxima de representación, al Govern de les Illes Balears, dado el rol de catalizador que debe desempeñar en cualquier proceso de transformación que afecte a nuestro tejido regional. La que prevé la participación, a través de las estructuras de transferencia que están actualmente articulándose, de los actores que conforman la tetrahélice regional (empresas, administraciones públicas, patronales diversas, sindicatos, asociaciones, centros de investigación, etc.). La que trabaja para facilitar la toma de decisiones de los agentes económicos y sociales para que Balears marque de manera realista y cumpla eficazmente sus objetivos de crecimiento y prosperidad.

La Fundació Impulsa Balears no es ni un órgano de representación ni un ente consultivo de la acción gubernamental, es independiente. No se solapa con otros organismos o entidades del archipiélago que están creadas y sujetas a dichos fines, es pionera tanto en el enfoque como en la estructura, funcionamiento, métodos que aplica y recursos que genera. Y, por todo ello, su autonomía es máxima y su vocación de trabajo permanente.

Queda todavía mucho trabajo por hacer. Identificar y dotar de contenido los conceptos fundamentales (competitividad, sostenibilidad, cohesión social...) para el desarrollo económico y social de Balears. Fijar un sistema de inteligencia económica capaz de monitorizarlos, seguirlos y evaluarlos. Establecer una dinámica colaborativa capaz de promover la transferencia de información estratégica y contribuir a conectar, así, los polos de transformación regional.

Estamos convencidos de que ésta es la forma correcta de avanzar. Disponer de una base sólida sobre la que tomar decisiones acertadas e incrementar la masa crítica sobre la que fundamentar valoraciones adecuadas de la realidad, el entorno y los actores que operamos en este territorio. Apostar, en definitiva, por la prosperidad de Balears. Sin siglas, sólo con responsabilidad. Lejos de la confrontación estéril en la que desgraciadamente seguimos instalados, única y exclusivamente para el futuro.

* Presidenta de la CAEB