Una coalición de izquierdas y nacionalista puede volver a gobernar en Balears tras sufrir ayer el Partido Popular que lidera José Ramón Bauzá un tremendo batacazo en las elecciones autonómicas con uno de los peores resultados de su historia, pasando de 35 diputados a 20 tras perder casi 80.000 votos y unos 18 puntos porcentuales. Los socialistas han perdido 4 escaños pero el ascenso de las otras opciones de izquierda, especialmente Podemos, que irrumpe con 10 diputados, y Més, que sube de 4 a 6 en Mallorca y de 1 a 3 en Menorca, permitirá reeditar un pacto progresista. El PI, con 3 diputados también ha tenido un resultado aceptable y Ciudadanos es, sin duda, quien no ha respondido a las expectativas de las encuestas pues se queda en 2 diputados.

Las elecciones han servido para constatar la quiebra del sistema bipartidista que hasta el momento habían liderado el PP y el PSOE. A partir de ahora, es imprescindible llegar a acuerdos entre opciones que se reparten el pastel político en diferente grado y que pueden tener afinidades más o menos lógicas.

En Balears el PP ha sufrido una gran hundimiento pese a ser el más votado, lo que viene a confirmar el rechazo a la forma de gobernar de José Ramón Bauzá. Es cierto que el PP ha retrocedido en unos dos millones y medio de votos en España, pero en el caso de Balears resulta evidente que Bauzá ha dilapidado, con su soberbia e intransigencia, una mayoría absoluta que le dieron los ciudadanos hace cuatro años. No solamente ha cosechado muchos votos de castigo entre quienes no están de acuerdo con las políticas que propició, sobre todo en el ámbito de la educación, la lengua y la sanidad, sino, lo que es más grave, entre sus propias filas, donde un número significativo de simpatizantes o militantes optaron por castigar a Bauzá ante decisiones como la de impedir que repitiese como candidato en Palma Mateo Isern, que tenía mayoría absoluta, y donde el PP ha pasado de 69.713 votos a poco más de 40.000. El resultado en la capital balear es demoledor a la hora de constatar el inmenso error de Bauzá marginando por resentimiento personal a Isern, con la complicidad de José María Rodríguez. Los resultados en la part forana son desoladores para el PP, y en ese territorio es donde se ha producido el ascenso de partidos como el PI o Més, que gana en Manacor. En Inca ha ganado el PSOE, igual que en Calvià.

Por su parte el PSOE ha sido la opción más votada de la izquierda, aunque pierde unos 20.000 votos y unos 6 puntos porcentuales. Francina Armengol puede ser la próxima presidenta de Balears si llega a acuerdos con las otras opciones de izquierda. Més ha tenido un excelente resultado, con crecimiento de unos 22.000 votos en Mallorca y unos 3.000 en Menorca. Y las candidaturas de Podemos entran en el Parlament con 10 diputados y más de 61.000 votos, resultado espectacular para una formación nueva que ha contado con muy escasos medios para la batalla política electoral. En cuanto al PI, sus más de 33.000 votos le convierten, con la suma de unos 90 concejales, casi tantos como Més y la mitad que el PSOE, en una opción regionalista a tener muy en cuenta.

En cuanto al Consell de Mallorca, María Salom sufre otra gran caída de voto del PP, con unos 67.000 menos y pasa de 19 a 10 diputados. La izquierda recupera también esta institución con la suma de PSOE, Més y Podemos. En Menorca también gobernará una coalición de izquierda, y en Eivissa y Formentera ocurrirá lo mismo.

Balears entra, pues, en una nueva etapa política en la que será preciso el diálogo para configurar una mayoría que responda a las exigencias de progreso y renovación que han reflejado las urnas. Acabar con la crispación social y garantizar la sensatez para avanzar en políticas solidarias ante la crisis, que estimulen también el crecimiento económico es el gran reto. Y en cuanto al PP, está claro que José Ramón Bauzá se enfrenta a un duro escrutinio interno que muchos barones populares indignados con su manera de gobernar habían vaticinado.