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Pactos de gobierno

Algo falla en la estrategia de las minorías en Andalucía: tanto Ciudadanos como Podemos están supeditando su neutralidad -su abstención- para permitir que gobierne el PSOE a la firma de unas precondiciones que miran al pasado: pacto anticorrupción, reducción del número de altos cargos, postergación de entidades de crédito que practiquen desahucios?

Está muy bien que los pequeños partidos aprovechen su posición de bisagra para estimular a los grandes y mejorar el campo de juego, pero no es esto lo que espera de ellos la sociedad, el electorado, la opinión pública: lo que deben hacer las formaciones más o menos contiguas ideológicamente para cumplir el explícito mandato popular es pactar un programa de gobierno que resuma las distintas sensibilidades, acordar el desarrollo político de la legislatura que satisfaga razonablemente a todas las partes vinculadas por el pacto y corresponsabilizarse de la gobernación.

La actitud distante de Podemos y de Ciudadanos, dispuestos ambos a permitir que gobierne la minoría mayoritaria si cumple ciertos requisitos, aunque sin involucrarse en absoluto en las consecuencias de esta decisión, es poco compatible con la naturaleza del modelo electoral proporcional, en que se da por supuesto que la mayoría ha de conseguirse por confluencia de voluntades y no de una sola vez en las urnas.

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