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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Més va a menos

Nadie recuerda por fortuna que Balears contó con dos Governs de izquierda, el Pacto de Progreso y el Pacto de Regreso. En ambas ocasiones, la alianza parecía consolidada tras ímprobos esfuerzos, hasta que alguien se daba cuenta de que el PSM había omitido expresar su beneplácito al consorcio. Por dos veces, los progresistas tuvieron que reprender al partido purísimo, a fin de lograr que se apeara de su voluntad genética de perder para que ganara el PP. El Gob y la Obra Cultural se emplearon a fondo, con los seminaristas que han falsificado la historia de Mallorca para curarse la frustración política. Una y otra vez, el PSM exhaló un asentimiento resignado de diva operística.

Creíamos que los nacionalistas de izquierda se habían curado los traumas infantiles por el expeditivo método de cambiar de denominación. Andábamos herrados, con toda la hache. Cuando los sondeos proyectan a la izquierda balear por encima de la derecha -PP más PSOE- con más intensidad que en el resto del Estado, resurge la propensión virginal del PSM, ahora Més. Si los electores descarriados insisten en votarles y la marea contra la arrogancia de Bauzá se dispara por encima de los cien mil manifestantes, algo hay que hacer para frenar el éxito irresponsable. Més va a Menos porque su meta es lloriquear contra un PP triunfal, nunca desbancarlo.

El error de Més consistió en diseñar unas primarias simultáneas para varios partidos, un experimento sin precedentes cuando recordamos el odio entre Calvo y Armengol o la demanda judicial de Carlos Delgado contra su PP. Nuestra equivocación consiste en atribuir esta confusión de urnas y siglas a una crisis de crecimiento. Con los enredadores del PSM por detrás, nadie se atreve a asegurar que la trifulca con ERC no responda a un diseño milimétrico. Los señoritos de Barceló y compañía buscan media docena de escaños victimistas para vivir como los dioses del PP en el Parlament, sin el engorro adicional de reconducir a una sociedad muy abollada. Están haciendo un gran trabajo para desalentar a los cien mil manifestantes. Pese al ahínco de Més o Menos, los votos no regresarán a PP y PSOE como lo hicieron antaño. Se perderán, solo.

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