Alguna gente de orden se siente agobiada por la doble amenaza del auge de Podemos (una España roja) y del independentismo catalán (una España rota), sin caer en que no son fenómenos aditivos, sino sustractivos. Podemos no apostará nunca por la independencia de Catalunya, pues perdería parte de su electorado, aunque quizás apoye la realización de una consulta. Por ello tal vez ERC esté más preocupada con Podemos que el propio PSOE (que ya es decir), porque ambos ERC y Podemos tienen una oportunidad de hegemonía, pero casi seguro no tendrán dos. Con Podemos disparado en Catalunya, la consulta ya puede verse con cierta tranquilidad, en cuanto al resultado. Puesto que la planta de Podemos, como ya se ha dicho, se parece bastante a la del PSOE en 1982, será oportuno recordar lo que sucedió con aquel ya viejo asunto del referéndum sobre la OTAN, que al final fue para quedarse.