Somos conscientes de que las revelaciones aportadas en este artículo conmocionarán a las instituciones, y transformarán la vida política tal como la entendemos. Aunque dolorosas, son necesarias para desenmascarar el fraude de Podemos. Sin más preámbulos, Luis Bárcenas financió generosamente al partido de Pablo Iglesias desde la caja B del PP. Así lo confirma un estudio secreto de la fundación Faes, que llegará en los próximos días a las manos del juez Ruz. Allí se demuestra que las siglas "PAC" de los famosos papeles del tesorero no corresponden a Paco Alvarez Cascos, según se temía en principio. La traducción correcta es "Podemos, Aportación Clandestina".

En un escándalo sin precedentes, los empresarios ejemplares aportaban millones al PP, en la confianza de que iban destinados a pagar los sobresueldos de Rajoy. De hecho, estaban sufragando la campaña del partido de megaultraizquierda, caracterizada por su despilfarro. De hecho, la investigación se precipitó al observar en uno de los círculos de Podemos a un jubilado comiéndose un bocadillo, manjar que quedaba muy por encima de sus disponibilidades económicas. La prueba definitiva se guarda en las cámaras de seguridad de la calle Génova, donde se demuestra que Pablo Iglesias visitaba con frecuencia la sede del PP. El hoy eurodiputado camuflaba su identidad soltándose la coleta, de modo que el vídeo muestra cómo el vigilante lo saluda en cada ocasión con un revelador:

-Hola, Soraya.

En los encuentros clandestinos en Génova se pactó el reparto de papeles. El PP se pondría a los pies de la dictadura china, y Podemos facturaría a Caracas. Permanezcan atentos a nuestras próximas entregas de esta serie de periodismo de investigación: "Líder de Podemos aparca en doble fila, hasta dónde vamos a llegar", "Paris Hilton se tatúa el nombre de Pablo Iglesias", "El eurodiputado Jiménez Villarejo insulta a la madre del árbitro del Chile-España", "Rodrigo Rato es inocente", "Liberad a Willy Toledo", "Liberad a Willy Blesa". (Ya está bien de titulares, queda usted despedido).