Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid, ha publicado un artículo en el diario ABC (9/12/13) en el que bajo el titulo "Restaurar el espíritu de la Constitución de 78", dice, entre muchas vaguedades, algo revelador de lo que piensan ella y el establishment madrileño; afirma: "€en el espíritu de los constituyentes estaba la voluntad de que en el estado autonómico que estaban diseñando hubiera dos o tres comunidades autónomas con diferente grado de transferencias (Cataluña, País Vasco y quizás Galicia). Este espíritu de la Constitución se vio trastocado, cuando solo un año después€ ´con el café para todos´, que quizá es lo que habría que revisar. Aquella traición al espíritu de la Constitución está en la base de muchos de los problemas actuales que la organización territorial ha encontrado". El integro párrafo entrecomillado es de Aguirre, solo a ella es atribuible la calidad (?) de la composición literaria y la contrariedad por la descentralización del poder, hoy constitucional.

Sorprende en este artículo la discrepancia con la Constitución en cuanto regula el Estado autonómico y su propuesta de revisión, cuando desde el referido establishment reaccionan con un vade retro en cuanto se propone abrir un proceso de revisión, o sea que para recentralizar competencias se puede hablar, para actualizar una ley que ya tiene sus años resulta ser intocable, es un texto "sagrado". En el fondo del artículo de Esperanza Aguirre, subyace tambien, aunque no lo dice, la urgente necesidad de reformar la administración pública tema en el que no cabe mucha discusión, nemine discrepante. La cuestión está, en por dónde se empieza. El Gobierno central trabaja en un programa para la reforma de las administraciones, con la plausible intención de evitar duplicidades administrativas que, al parecer, afectan básicamente a las autonomías, es decir desmontar la estructura autonómica. De la Administración central se proponen suprimir el Organismo de la Cría Caballar, un logro importante que afectará solo a equinos. Está clara la intención recentralizadora de las competencias transferidas a las comunidades durante los últimos años. ¿A qué viene esta fijación, si estos últimos treinta años han sido tiempos de libertad, desarrollo y progreso?, ¿estamos ante un propósito involutivo?

Hay que poner en orden en el desmesurado e ineficiente sector público, pero no solo en las administraciones regionales. Se deberían suprimir ministerios sin competencias, Educación y Cultura, por ejemplo, tiene sus antiguas competencias transferidas y mantiene 14.363 empleados, Sanidad, sin competencias, mantiene a 4.740 funcionarios. Parece claro que una competencia debe de estar en manos de una sola administración y si se cede debe transferirse, competencia, presupuesto, mesa, funcionario y bolígrafo. Se ha hecho mal en las administraciones autonómicas y en la Administración central, se han multiplicado empleados para una misma responsabilidad, eso es evidente, entonces hay que corregirlo. Pero parece que la intención es aviesa, recuperar la función para ejercerla desde Madrid.

Y en este supuesto debería de plantearse, quién lo va hacer menos mal, en Madrid o aquí. Reconozcamos que aquí no se hace bien pero allí tampoco. Veamos algún ejemplo reciente, la consejera de Educación y Cultura de Balears, ignora lo que es el informe PISA „Program for International Student Assessment„, debe de desconocer la existencia del informe de la OCDE y lo que es un acrónimo o un retroacrónimo, ambos de imposible traducción y por supuesto que PISA no tiene que ver con su ya refulgente "trepitja". Otro ejemplo, la asesora del ministro Wert, el que tiene que españolizar a los de provincias, llamó a la Universitat de les Illes Balears, para preguntar cuál es el salario que cobra don Ramon Llull, esta señora ignora quién fue el sabio, literato, filósofo y teólogo más importante de la Edad Media, que escribió más de 250 obras y al que se considera el precursor de la informática. En varias universidades europeas hay cátedras Ramon Llull en las que se investiga sobre la obra del ilustre mallorquín. Ignorancia versus ignorancia. El beato Llull, señora asesora, hace 700 años que no cobra, si alguna vez cobró, y el informa PISA, no "trepitja" a nadie, antes bien intenta evaluar el sistema educativo, que por cierto está muy mal tanto en Mallorca como en Madrid. Estos dos paradigmas de incultura demuestran que tan mal lo hacen en un sitio como en otro, pero si hay que elegir, mejor nos quedamos con la ignorancia de aquí, la tenemos más cerca.