Para evitar malos pensamientos, le aclaro que la iniciativa y el contenido de esta carta es exclusivamente mía, un ciudadano de Balears. En consecuencia, no represento a nadie, sino exclusivamente a mí mismo, aunque sí he comentado su contenido (no la iniciativa de hacerla pública) con algunos votantes y militantes de su partido.

Supongo que coincidimos en que la actual situación de nuestros centros educativos es insostenible y supongo también que me admitirá que no es una anécdota la presencia pacífica de 100.000 ciudadanos y ciudadanas en nuestras calles. No voy a debatir con usted las causas de la situación educativa y de las manifestaciones, porque seguro que no coincidiríamos, pero con estas líneas pretendo buscar aspectos comunes, aludiendo a su condición de president, se supone que de todos los ciudadanos y ciudadanas de Balears.

El motivo es el Tratamiento Integral de Lenguas (TIL), más concretamente su aplicación en este curso escolar, que multitud de expertos consideran precipitada. Usted se aferra a que el TIL era una promesa electoral, que les catapultó a su mayoría absoluta. Me perdonará usted, pero el primer punto que se incluye en sus propuestas educativas dice literalmente: "Una educación fruto del consenso: acuerdo educativo en les Illes Balears. Llevaremos a cabo un modelo de funcionamiento consensuado que no implique modificaciones estructurales con la alternancia política, con lo cual permitiremos garantizar su continuidad y aplicabilidad". Supongo que me reconocerá que el TIL y su aplicación no es fruto de su esfuerzo para alcanzar un consenso político con la comunidad educativa, lo que significa que, cuando se modifiquen las mayorías actuales, el decreto tiene los días contados.

Me temo que algunos asesores de su petit bureau le aconsejan continuar tensando la cuerda, confiando en la difícil resistencia de los docentes por razones de simple supervivencia económica, intentando así poner trampas y gazapos con tal de romper la unidad de las familias con los docentes. Por tal camino es posible que usted pueda vencer manu militari, pero no habrá convencido. El resultado puede ser la radicalización, incluso entre los suyos. Le confieso que, aunque como usted sabe yo no soy votante del PP, me inquieta y me preocupa que el president de nuestra comunidad, usted, no pueda acudir sin protección a actos públicos.

Pero expuesto lo expuesto, le voy a hacer una propuesta muy concreta, que puede que le parezca incluso ingenua o, lo que es peor, considerarla maquiavélica con la intención de "matar" el TIL. No es así, pero si así lo piensa, allá usted. Mi propuesta es simple, factible y racional: usted, como President de todos y todas, coja personalmente las riendas en el Parlament (donde se supone radica la soberanía popular) y en la mesa de negociación (que se supone pretende volver a la normalidad, de momento sin ningún éxito). Sea valiente y suspenda la aplicación del TIL en este curso, y a su vez proponga a un mediador/a de consenso que, con la participación de expertos en educación y pedagogía, en un tiempo prudente y razonable analicen y evalúen las virtualidades y amenazas del actual texto del TIL, para así llegar a un texto consensuado. Seguro que en el próximo curso podría aplicarse con garantías de resultados adecuados, sin vencedores ni vencidos. En todo caso los únicos vencedores serían los escolares presentes y futuros.

Le confieso que mis expectativas de éxito son escasas pero, por aquello de que a la vejez viruelas, por esperar que no quede. Gracias en el caso de que usted, cuanto menos, haya leído esa carta.