Ha concluido la temporada alta turística y es la hora de analizar cuáles han sido sus resultados económicos y sociales, así como plantearnos cómo se presenta la actividad de nuestro sector productivo básico, el turismo, durante la temporada baja que acabamos de inaugurar.

Se ha alcanzado una buena ocupación, los beneficios empresariales han sido desiguales, y apenas se ha creado empleo, tal como se refleja en el último Quaderns Gadeso (www.gadeso.org). El número de visitantes, véanse cifras del aeropuerto, ha aumentado respecto al 2011, aunque se han concentrado mayoritariamente en los meses "punta" (julio, agosto, septiembre). Pero lo que realmente interesa es si dicha actividad intensiva ha repercutido en beneficios en las empresas de alojamiento y de la oferta complementaria, así como si ha tenido su reflejo en la creación de empleo.

La buena ocupación en alojamientos (hoteles, apartamentos, viviendas vacaciones, agroturismos€) ha sido buena, pero seguimos inmersos en la estacionalidad. Se manifiesta una cierta prolongación, pero nos cuesta adelantar la apertura de las actividades turísticas a los meses de mayo y junio. He definido como desigual la rentabilidad empresarial. Donde mejores resultados se han obtenido ha sido en el subsector de alojamiento donde un 17% de los empresarios reconoce que su rentabilidad ha sido mejor que en el año anterior, aunque sólo un 12% afirma que ha podido subir sus precios respecto al 2011. Pero en la oferta complementaria (restauración, ocio, comercio turístico€) solo un 7% de sus empresarios afirma haber aumentado su rentabilidad, mientras el mismo escaso porcentaje reconoce que ha podido aumentar sus precios. Los motivos son varios: por una parte por una excesiva concentración de tal tipo de oferta así como una cierta obsolescencia de la misma; por otra el bajo nivel de poder adquisitivo de los turistas, además de la presencia del todo incluido.

Sólo un 20% de los empresarios de alojamiento reconoce haber creado puestos de trabajo, mientras este porcentaje disminuye hasta el 6% en la oferta complementaria. Según la EPA, el paro en el tercer trimestre, por tanto en plena temporada alta, es de 122.600 personas. Los motivos que se aducen son: una temporada corta, la imprevisibilidad de la ocupación, así como la escasa capacidad de gasto. Tal situación debería merecer una reflexión profunda.

Hagamos una breve reflexión sobre la actividad turística en la denominada temporada baja. Según la gerente de la federación hotelera dos tercios de las plazas hoteleras de Mallorca van a permanecer cerradas durante el invierno, habiendo zonas donde cierran el 100%. Es el peor dato de los últimos años. Después de llenarnos la boca de la necesidad urgente de desestacionalizar nuestra actividad turística, no sólo seguimos igual sino peor. Las consecuencias resultan evidentes.

A pesar de que la recién concluida temporada turística haya significado beneficios para las empresas hoteleras, resultará difícil que parte de los réditos se dediquen a modernizar dichos establecimientos más allá de simples obras de mantenimiento, entre otras causas porque los bancos siguen manteniendo cerrado el crédito a cal y canto. En consecuencia, la posible reactivación que esperaba el sector de la construcción durante este invierno, puede quedar reducida al mínimo.

En referencia a la oferta complementaria su actividad está condicionada a la de los alojamientos. Si dos tercios de las plazas hoteleras permanecen cerradas, probablemente más del 80% de la oferta complementaria seguirá la misma suerte. Finalmente, se producirá un aumento insoportable del desempleo registrado, al que habrá que sumar los cerca de 40.000 fijos discontinuos que aún estando en situación de paro no se les incluye en el denominado "paro registrado".

Es urgente que tanto los poderes políticos como la iniciativa privada, incluidas las organizaciones sociales, se sienten alrededor de una mesa no para hacerse la foto de rigor si no para evaluar y diagnosticar la situación de nuestra actividad turística y proponer medidas reales y efectivas de ir cambiando nuestro modelo turístico que hoy por hoy sigue siendo el mismo de siempre.