Cuando empieza un curso escolar es sorprendete la cantidad de declaraciones gratuitas que se hacen en los medios de comunicación y me refiero a las declaraciones del señor Reurer el día 1 de septiembre. En dichas declaraciones y como titular destacado, por la línea editorial, se insinuaba el entierro de los colegios concertados. Ya salió la vena de pensamiento único del siglo pasado. Algunos siguen pensando que la educación debe ser neutra, menuda palabreja, y por supuesto con perspectiva de género, nueva acuñación de una ideología ya denostada del siglo XIX. Dignificar la profesión docente, como dice el señor Reurer, es en primer lugar conocer, respetar y valorar nuestra Constitución en la cual los padres tenemos el derecho inalienable en la educación de nuestros hijos.

Ese miedo atroz a la libertad que impera en ciertos sectores educativos solo puede acarrear la imposición de una manera de educar, de una dictadura del pensamiento. Si como se dice en la entrevista, los profesores deben ser lideres pedagógicos que creen empatías, no creo que lo consigan si siguen apostando por la restricción de un derecho fundamental como es el que nos asiste a los padres de elegir la educación de nuestros hijos según nuestras conviscciones ideologicas, filosóficas y morales. Sólo faltaría. Si sobran algunos profesores que piensen de esta manera ya que hacen un flaco favor a la educación, a la libertad y en definitiva a la democracia.

Ya les valdría mas hacerse un profundo examen de los pobres y miserables resultados académicos que cada año nos ofrece los distintos informes españoles , europeos y mundiales. Véase los informes PISA. Por ahí se dice que todo fracaso de un alumno es un fracaso del profesor. Háganselo mirar. Si las familias ya no están tanto por la labor –otra afirmación gratuita–, no les culpo a ustedes de ello, pero mucha empatía como lideres pedagógicos no tienen y sobre todo negando el derecho fundamental que nos asiste a los padres, la libertad de elección de centro.

¿La muerte del sistema público? A que me suena esto de todo publico sin contar con la iniciativa privada y la libertad de los ciudadanos. Que todo lo haga papa estado. Sigan ustedes así y la empatía será con ciertos regímenes políticos del pasado siglo. Los padres tenemos derecho a elegir la educación de nuestros hijos (en colegios públicos, concertados y privados) y en el momento que no sea así volveremos a un estado totalitario.