El penúltimo espectáculo fue la presencia de M.A. Munar, Presidenta del Parlament, ante el Tribunal Superior de Justicia en su calidad de imputada. Vistos los antecedentes, quedan por ver las reacciones ciudadanas cuando Jaume Matas, expresidente de la Comunidad, se presente el próximo mes de marzo, igualmente como imputado. Tenemos imputados a dos ex presidentes de la Comunidad, la actual presidenta del Parlamento, el President del Consell Insular de Eivissa, siete diputados del Parlamento, de un total de 59, y seis consejeros del Consell Insular de Mallorca, de un total de 36. Sin olvidar a los presuntos corruptos de segundo y tercer nivel: la que enterraba su "plus" en una caja de Cola-Cao, o aquel otro que tenía el problema de que no sabía decir "no".

Se dice, y es verdad, que la grandeza de la democracia es que cuando se producen casos de corrupción actúa la justicia. No deja de ser una realidad la reactivación de las fiscalías anticorrupción. También es cierto que la corrupción no tiene relación con la inmensa mayoría de personas que dedican parte de su tiempo a la gestión pública. Pero también es verdad que los ciudadanos, especialmente en unos momentos de crisis socioeconómica, perciben que las instituciones, partidos y políticos están más preocupados en el "tú más" que en liderar y colaborar con los ciudadanos y ciudadanas anónimas (con cara y ojos, con nombres y apellidos) en la tarea de encontrar y aplicar medidas coherentes, eficaces y perceptibles, orientadas a la superación de la crisis, amortiguar sus efectos y eliminar sus causas.

Los sondeos a nivel de estado muestran la falta de confianza en la política y los políticos. En nuestra Comunidad la reacción ciudadana es más concreta, casi un 40 por ciento considera la corrupción como uno de nuestros problemas más graves. Pero, además, los ciudadanos ven con sus ojos como las instituciones y los partidos utilizan mil y una argucias para "mantener" en sus escaños a los "presuntos" corruptos, mientras no haya sentencias firmes, sin distinguir las responsabilidades políticas de las judiciales. En www.gadeso.org se incluye un enlace, "Observatorio de la corrupción y el fraude fiscal", que aporta unas reflexiones de interés. La clase política está haciendo campaña para que se consolide en el imaginario colectivo la idea de que sólo hay corrupción cuando hay una sentencia penal firme. No es relevante si las evidencias son muchas, mientras no haya sentencia penal firme de signo condenatorio de los políticos implicados, su partido e incluso sus aliados políticos sostienen a coro la tesis de que hasta que haya sentencia condenatoria lo que rige es la presunción de inocencia, y por tanto se actúa como si no pasara nada. Sólo desde esta perspectiva tiene lógica la discusión sobre los diversos momentos y se convertirá el procedimiento penal y el intento de vincular las dimisiones o los ceses en estos diversos trámites. Unos hablan de que los implicados deben dimitir con la imputación, otras sólo cuando se adopten medidas cautelares, y algunos ya proponen el momento de apertura del juicio oral. Mientras, los populares, inquietos por el huracán, proponen que en el futuro los precandidatos se sometan a un examen previo por un comité de ética. Otros, los que forman parte del Bloc, exigen la dimisión de los imputados.

Pero la clave es otra: dados los niveles relevantes de corrupción, los que deberían tomar cartas en el asunto no son sólo los diversos partidos políticos, sino principalmente la institución democrática básica, nuestro Parlament, donde reside la soberanía popular. Nuestros representantes, partidos y diputados, deberían proponer una iniciativa política en el sentido de que todo parlamentario imputado (indicios razonables) presentara automáticamente su dimisión, y fuera sustituido por un miembro del mismo partido. Iniciativa que debería extenderse a Consells y Ayuntamientos. No se trata de suplir a la justicia, sino de actuar desde la responsabilidad política. En el caso de que posteriormente no fuera acusado de ningún delito, recuperaría su estatus político. Fue noticia, hoy no parece serlo, una propuesta en tal sentido que se hizo por parte del Bloc.

Lo único cierto es que resultan insoportables los actuales niveles de corrupción.