La iniciativa del ministro de Inmigración e Identidad Nacional de preguntar a sus paisanos "¿En qué consiste ser francés?" coincide con la salida del Libro de oro de Astérix que conmemora los 50 años de la creación del héroe galo. Catorce mil franceses han dado su definición en una página web y en las librerías venden como crepes los 1,2 millones de ejemplares del álbum. El ministro Éric Besson considera pertinente la pregunta porque en Francia hay un 11% de inmigrantes. Astérix es considerado un símbolo francés dentro y fuera de Francia. El guionista de Astérix, René Goscinny (1926-1977) nació en París, hijo de una familia judía de origen ucraniano y polaco que se ganaba la vida fabricando baquelita. Se habían instalado recientemente en Francia huyendo de la persecución antisemita. Cuando René tenía dos años, su padre consiguió trabajo en Argentina. René estudió en el Liceo Francés de Buenos Aires donde obtuvo su título de bachiller una semana antes de que su padre muriera. A los 19 años emigró con su madre a Nueva York. No se instaló en París hasta 1951.

Ocho años después estaba metido en el proyecto empresarial de sacar adelante una revista juvenil llamada Pilote. Goscinny y su amigo el dibujante, Albert Uderzo, hijo de emigrante italiano, tuvieron que desechar una idea que llevaban muy avanzada porque ya la estaba haciendo otro artista. Agobiados por la falta de tiempo, en una tormenta de ideas, tabaco y alcohol, se les ocurrió una historieta sobre galos con las cuatro cosas que se estudiaban en el colegio: algún nombre acabado en "ix", una tribu, un jefe, un bardo, un druida.

Con su humor de retruécanos y anacronismos Astérix ha mostrado en 325 millones de álbumes traducidos a 107 lenguas cómo ven los franceses a los demás y explicado qué bien se encuentran en su irreductible excepción. La respuesta más conocida a qué es ser francés la dieron dos hijos de inmigrantes.