Mariano Rajoy acusó al presidente de mentir y éste se enfadó mucho.

Es imposible saber si Zapatero mintió en la pasada campaña electoral cuando decía no ver la crisis por ninguna parte. Pero reconocer que mintió igual le deja en mejor posición que equivocarse. Se entendía muy mal por qué era poco patriótico hablar de la crisis durante las elecciones, pero se comprende peor por qué se mantiene en la negación de la evidencia. No podemos asegurar que Zapatero mintió en la campaña ni que Rajoy lo haya hecho en el Congreso cuando añadió que el presidente "engañó". Zapatero engañó a pocos: las crisis son fáciles de esperar, los precios del petróleo se notan en todo, los cuartillos de Trichet son estacionales...

El PP sacó la crisis en campaña para quitarle votos al PSOE y Zapatero la negó con un automatismo que le ha transformado en autómata de la negación de la crisis. ¿Por qué calcula el PP cree que si los españoles se hubieran creído la crisis iban a votar al PP? Lo que Rajoy llama "las medidas rancias" es lo que Zapatero vende como recetas sin recorte social y eso es lo que muchos necesitan ahora, cuando cae el empleo y se alargan las colas del INEM. Lo peor de la pelmaza estrategia de Zapatero es ese resabio propagandístico de no nombrar la palabra fea de lo que sólo está empezando. Acaso lo que ahora no se puede llamar crisis dentro de un año sea algo que no tenga nombre.