¡Ojo! que Leire Pajín es mucho más que joven y mujer. Puede que Zapatero la haya convertido en número tres del partido como respuesta al programa de modernización de Rajoy colocando a María Dolores Cospedal como secretaria general. Es la manera que tiene Zapatero de responder que a él a moderno no le gana nadie. Pero más allá de los mensajes e intenciones del líder socialista, la realidad es que Leire Pajín es una política como la copa de un pino. Me explico. Para empezar tiene vocación, si vocación política. Leire Pajín vive con pasión la política desde que era una niña.

Tiene ambición, legítima ambición política para hace cosas, para cambiar el mundo, para soñarlo mejor.

Tiene temple. Leire Pajín no es una niñita que vaya a perder los nervios a la primera de cambio, sino que se conoce al dedillo las reglas de juego de la política y sabe como moverse, cuando amagar y no dar, o cuando dar u n pasó más allá de lo previsto.

Tiene buena imagen. Y eso cuenta y mucho en la sociedad mediática en que vivimos. Es una mujer joven de aspecto y agradable con una sonrisa dulce y espontánea pero contenida.

Tiene energía. Que nadie se engañe y crea que no es capaz de hacer valer su autoridad. Además tiene un punto de terquedad. Y es inteligente, y cauta, y sobre todo sabe muy bien lo que quiere y adonde va.

Lo mismo que José Blanco, Leire Pajín se convierte en un guardaespaldas seguro y leal para Zapatero, encargándose de ir organizando el futuro. Un futuro en el que Leire Pajín no ha hecho más que empezar.

Eso sí, va a necesitar suerte, mano izquierda y no despegarse de la realidad.