Para nuestro presidente, el momento es claro: "Estamos ante un empeoramiento de la situación económica", pero sólo se trata de algo "coyuntural", "unos meses de dificultades". Incluso, hace poco, nuestro ministro de Economía dijo que "el impacto de la Eurocopa va a ser positivo sobre el consumo". ¿De verdad se lo creen?

Echemos un vistazo a los titulares de los últimos días: "La crisis dispara el paro en junio por primera vez en 12 años", "Las ventas de coches sufren la mayor caída semestral desde 1993", "La Bolsa española cierra el peor primer semestre en 135 años", "Los visados de los arquitectos en Cataluña retroceden al nivel de 1990"?

Si observamos la prospección económica, los analistas se dividen en dos grupos. El primero, en línea con ZP, cree que no hay crisis "porque se crea empleo" y que la situación se enderezará a finales de 2009, como sostiene Solbes (aunque, si recuerdan, meses atrás el ministro situaba la recuperación "a finales de 2008"). El último servicio de estudios en pronunciarse así es el de una importante Caja de Ahorros? presidida por un ex vicepresidente socialista.

El segundo grupo opina que el modelo que hizo posible nuestro crecimiento no sirve. El diseño basado en: baja productividad, productos con poco valor añadido, facilidades para el crédito (que ha llevado a un endeudamiento insostenible) y bajo nivel de formación, no funciona. Y, si se quiere competir, deberemos afrontar reformas duras (políticos de CiU, cercanos al empresariado catalán, hablan de reeditar los Pactos de la Moncloa). Ante esa situación, analistas de diarios internacionales y economistas de prestigio (como Olivier Blanchard, del FMI) auguran un estancamiento (o peor) no inferior a cinco años? si se hacen los deberes. Pero, para qué, si sólo se trata de "tiempos complicados, no duraderos"?