Hoy, quien más quien menos, tiene como objetivo "centrarse". El PP lo hizo, al menos verbalmente, en su último Congreso; y, se supone, lo hará la flamante presidenta de los populares de Balears, aunque le haya surgido un grano en su cogote en forma de Delgado. Al ver la luz estas líneas habrá concluido el Congreso Federal del PSOE, y deberemos analizar cuáles son sus referencias estratégicas con sus equivalencias en los diferentes congresos del PSIB y de sus organizaciones insulares. Pero, ¿por qué todos reclaman el centro? Más aún, ¿existe realmente el centro político?

El motivo del porqué el centro es el oscuro objeto de deseo es muy simple: sin el voto de tales ciudadanos y ciudadanos resulta imposible obtener unos relevantes resultados electorales. La evolución en la estructura social en los países económicamente desarrollados ha ido difuminando la conciencia de pertenencia a una clase social diferenciada, y de algún modo enfrentada a la otra clase social. Sin negar, antes al contrario, la existencia real (aquí y ahora) de personas y colectivos excluidos y/o en riesgo de exclusión, la denominada sociedad del bienestar ha posibilitado el acceso a bienes y servicios a amplios sectores de la población, que han ido constituyendo las "nuevas clases medias". Se trata de ciudadanos y ciudadanas plurales y diversas. Suelen ser personas relativamente jóvenes, pertenecientes a contextos urbanos, que ocupan un amplio abanico profesional y ocupacional (desde determinadas profesiones liberales, a autónomos y pequeños empresarios, a trabajadores por cuenta ajena).

Tales ciudadanos, además de la preocupaciones comunes de índole económica personal y familiar, viven nuevas inquietudes: el compaginar la vida familiar y laboral, especialmente debido a la incorporación de la mujer al mercado laboral; el futuro personal y profesional de sus hijos/hijas; la demanda de unos equipamientos y servicios públicos de mayor calidad? Aunque inmersos como cualquier mortal en la cultura dominante (meritocracia, individualismo, consumismo?), no aceptan a pies juntillas imposiciones exteriores (iglesias, partidos políticos?), y comienzan a valorar asuntos tales como la preservación del territorio, la naturaleza, el medio ambiente?

Los ciudadanos y ciudadanas no forman un centro político. Siguiendo a Norberto Bobbio, no existe tal centro político. Existe un centro sociológico, posible en la derecha e izquierda, que huye de los extremismos, de las descalificaciones, de las imposiciones? Aunque pueda parecer una simpleza lo que distingue la izquierda de la derecha, es que la izquierda parte de la convicción de que la mayor parte de las desigualdades son de índole social y por lo tanto superables desde una real igualdad de oportunidades, mientras la derecha tiende a considerar muchas de tales desigualdades como naturales y por tanto insuperables. En consecuencia tales nuevas clases medias optan por la derecha o la izquierda en función de la confianza y/o rechazo que le merece una u otra opción, en asuntos como: derechos cívicos, políticas económicas y sociales, estrategias territoriales?

Es comprensible que el PP pretenda "centrarse" a fin de no provocar rechazo social. Pero como es lógico sus contenidos, por muy respetables que sean, corresponden a una derecha política y económica tal como se deduce del programa recién aprobado en su Congreso. Los socialistas deben consolidar y visualizar sus propuestas socialdemócratas concretadas en el contexto económico, social y cultural, donde debe actuar; y no pueden basar su posible éxito en un rechazo de las "nuevas clases medias" a las actitudes destructivas, repletas de broncas y descalificaciones, utilizadas por los populares durante la última legislatura? En cualquier caso, el futuro no está escrito.