Sete Benavides se sorprendió del gran recibimiento en Palma tras su participación en los Juegos, en la que se quedó a 21 milésimas del bronce. El palista mallorquín agradeció a la su familia, amigos y al Reial Club Nàutic del Port de Pollença que "siempre cumplen y están ahí" por la bienvenida. "Son el mejor club de fans. El recibimiento ha estado demasiado bien por el puesto que he hecho", consideró el palista. Respecto a la competición, Benavides no ocultó su espinita. "Lo primero era estar en la final y lo conseguí. Por una parte estoy muy contento con el trabajo hecho y por otro decepcionado por el resultado porque cuarto otra vez supone haber estado cuatro años trabajando para superarlo y vuelvo a ser cuarto. Si lo miro por la parte positiva sigo estando entre los mejores del mundo", confesó. "Un cuarto puesto, dentro de lo que cabe, está bien pero otra vez cuarto parece que no acaba de llegar. La gente me dice que tendría que haber dado una palada más pero ya las dos últimas casi paladas no podía ni darlas casi. Venía muy congestionado de brazos y me tiré con todo. Pasó que el brasileño me ganó por 21 milésimas y me podría haber tocado a mí", subrayó resignado. Ahora, el palista pollencí se marcha unos días de descanso y piensa en Tokio 2020. "Cuando acabé no tenía ganas de hacer nada, pero después de las vacaciones seguro que tenga ganas porque ya va siendo hora de coger una medalla olímpica, que van dos veces que me quedo en las puertas", explicó un Sete que se va de Rio con una pequeña lección."Habrá que entrenar todavía más para llegar a la medalla". r. g. palma