Mario Mola, líder del Mundial de triatlón, intentará aguar hoy la fiesta en los Juegos de Río a los hermanos Brownlee, Alistair y Jonathan, oro y bronce olímpico en Londres 2012 y máximos aspirantes al título ante la ausencia de Javier Gómez Noya.

El gallego, de 33 años, único quíntuple campeón mundial de la historia, centraba toda su campaña en buscar el oro en Río, donde el año pasado ganó la prueba test, de igual recorrido que la de hoy, pero en una caída a mediados de julio se rompió el radio izquierdo mientras se entrenaba en bici en Lugo, donde fue operado.

Con su baja, España presenta una opción que sube enteros, la del mallorquín Mario Mola, de 26, que tras haber sido tercero en 2013 y subcampeón del mundo los dos años siguientes -en los tres últimos títulos que ganó Gómez Noya- lidera un Mundial 2016 en el que ha ganado cuatro pruebas, incluida la última antes de los Juegos, en Hamburgo (Alemania), hace un mes. En un certamen en el que España, que festejó el triunfo de Fernando Alarza -también en Río- en Ciudad del Cabo (Suráfrica), ha ganado todas las pruebas menos dos.

La estrategia de los Brownlee es tan atractiva como sencilla: salen a reventar carreras desde el principio. Y con esa idea saldrán también en la antigua capital de Brasil. Querrán abandonar en cabeza las aguas de Copacabana, donde se nadará en mar abierto, y provocar un corte cuanto antes; a ser posible, en el primero de los dos repechos del duro segmento ciclista. Los hermanos son revoltosos y agresivos.

Con la ausencia de Gómez Noya -sustituido por el tinerfeño Vicente Hernández-, en la 'oposición' no sólo sube enteros Mola. También lo harán el galo Vincent Luis, segundo en la prueba test del año pasado; y el surafricano Richard Murray.

Compañero de entrenamientos de Mola, Murray se recuperó de la fractura de clavícula sufrida en abril -al caerse cuando pedaleaba escapado en Gold Coast (Australia)- ganando el Mundial de duatlón (bici y carrera) de Avilés, en junio. El surafricano, otro a quien pretenderán eliminar los ingleses, podría ser el gran aliado en una hipotética remontada desde el agua de Mola, que suele bajar de los treinta minutos en el diez mil. Y que tendrá serias opciones de éxito si afronta ese último segmento en los puestos delanteros; o no muy lejos de ellos.

El talaverano Alarza, campeón del mundo júnior hace seis años, es el 'tapado' español en Río, donde competirán los últimos campeones mundiales sub-23.