"Tengo 21 años y soy joven. Aspiraba a los Juegos de Tokio a largo plazo. Pero me hice la pregunta de por qué no ir a Río y busqué la clasificación y poder estar. Y no solo me clasifiqué, sino que he ganado el oro", indicó ayer el palista mallorquín Marcus Cooper, exultante con su medalla de oro al cuello.

"Se trata de creer en uno mismo. No tenía nada que perder y mucho que ganar. No he tenido que esperar para Tokio. No solo me he clasificado sino que he ganado el oro. Era mi sueño desde que tenía 12 años y me apunté a piragüismo. Ahora, intentaré seguir así en otros ciclos olímpicos", señaló.

Cooper afirmó que hizo la carrera que esperaba. Sacó rendimiento a sus cualidades. "Estaba todo medido, sabía cuándo tenía que atacar", indicó.

"Era la carrera que esperaba hacer. Mi objetivo no era medalla. Cuando iba por la mitad iba quinto. Hay que ser muy fuerte y hay que seguir con esa lucha. Lo más complicado era mantener los nervios. Confío mucho en mí mismo y sé que tengo muy buen final y esa es la estrategia que tengo. Cuando ves que vas pasando a tus rivales te sube la motivación. Es una pasada ganar los Juegos Olímpicos. Es el mejor momento de mi vida", explicó.

"El esprint final ha sido muy bueno, pero antes he mantenido el ritmo con la mejor estrategia. He hecho la mejor carrera de mi vida", aseveró Marcus Cooper.

"Siento mucha alegría, todavía no me lo creo, no sé ni qué sentir, de verdad, quiero dar muchos abrazos a toda mi familia. Lo viven igual que yo y siempre digo que vamos todos juntos en la piragua. Esto que he vivido es increíble", concluyó el palista mallorquín.