Joan Lluís Pons logró la primera gesta del deporte mallorquín en los Juegos Olímpicos al clasificarse para la final de los 400 estilos, tras firmar con un tiempo de 4:13.55, nuevo récord de España, la octava mejor marca de todos los participantes en las rondas clasificatorias.

Su pase a la gran final, con el octavo mejor tiempo, que se disputó esta pasada madrugada, no entraba en los pronósticos ni del más optimista. Seguramente tampoco del nadador de Sóller, para quien el hecho de haberse clasificado para la cita olímpica, a sus 19 años, ya suponía todo un premio. Pero Joan Lluís Pons, conocido como Joanju en el mundo de la natación, demostró que se había preparado a conciencia para realizar la carrera de su vida. Y a fe que lo consiguió.

Para ello tuvo una buena dosis de fortuna, que también cuenta en el deporte, por la descalificación de un nadador. Pons, que concluyó segundo en su serie por detrás del australiano Travis Mahoney, rebajó en casi dos segundos la anterior plusmarca nacional que él mismo poseía con un registro de 4:15.49 desde el Open de España disputado el pasado 20 de marzo en Sabadell (Barcelona)

"Mi objetivo era bajar mi récord de España, pero yo estaba pensando en algo como 4:14 o 4:14 alto, pero he bajado dos segundos mi marca", señaló un exultante Pons al concluir la carrera de su vida, la que le ha encumbrado como una realidad de presente y de futuro.

Pese a ser un debutante en unos Juegos Olímpicos, Pons se comportó como un auténtico veterano en su serie, en la que peleó por el triunfo hasta los últimos metros con Mahoney. "Sólo había nadado dos veces antes en esta piscina, pero cuando estaba en el poyete me he dicho: estás en los Juegos Olímpicos, es tu sueño y a por ello, y la verdad es que me he encontrado nadando mejor que nunca", indicó Pons, que no se creía la hazaña que había conseguido.