­Para ganar una medalla en los Juegos Olímpicos no siempre es necesario ser el mejor deportista de la prueba. Que se lo pregunten a Roger Federer, que solo ha podido conseguir una medalla de plata en Londres 2012. Solo hace falta que las semanas de competición coincidan con el momento de plenitud. Este es el caso de Mario Mola, quien, con 26 años, es el triatleta más en forma después de ganar cuatro de las cinco pruebas en las que ha participado de las Series Mundiales. Es el actual número uno del ranking mundial y la máxima esperanza para el triatlón español.

Poco queda ya del Mario Mola que disputó los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando realizó un papel digno con la decimonovena posición. Su verdadero despegue llegó entre 2013 y 2015 con tres medallas en el Campeonato del Mundo y una en el Europeo. Y entonces llegó 2016, con cuatro pruebas de las Series Mundiales ganadas de cinco disputadas, la última de ellas el pasado 16 de julio en Hannover. Es cierto también que esta temporada es un poco extraña en el triatlón, ya que los competidores privilegian absolutamente los Juegos Olímpicos y algunos optan por preparar la prueba de otra manera.

Esa era la intención de Javier Gómez Noya, el mejor triatleta español, cinco veces campeón mundial, medalla de plata en Londres 2012 y cuatro veces campeón de Europa. El deportista nacido en Suiza, hijo de emigrantes gallegos, se cayó montando en bicicleta, se rompió el brazo y, consecuentemente, no puede acudir a Brasil. Todas las previsiones españolas para la gran cita empezaban con él y ahora toda esa presión y exigencia pasa a Mario Mola.

Con Gómez Noya fuera de combate, los hermanos Alistair (27 años) y Jonathan Brownlee (24), oro y bronce respectivamente en Londres 2012, son la mayor amenaza para el mallorquín. Para vencerles, Mola deberá sobrevivir bien a la natación, la primera criba, y tratar de no despegarse de los punteros en la prueba ciclista. Se da la circunstancia de que actualmente la disciplina en la que se encuentra menos seguro es en el agua, a pesar de haber empezado compitiendo en natación cuando era pequeño.

El jueves 18 de agosto puede ser el día más importante de su carrera deportiva. Su vida ha cambiado mucho en los últimos cuatro años. Ha pasado de ser una promesa a cargar con la responsabilidad de ser la principal esperanza de medalla. Muy pocos dudan de que no vaya a conseguir un metal. Si mantiene el nivel de 2016 lo tiene hecho.