Álex Abrines nunca ha sido una ´estrella´. Ni por su comportamiento ni por su rendimiento o estatus en los equipos donde ha jugado, lo cual no quiere decir que no haya ofrecido un buen nivel. Aún así, a partir de noviembre pasará a formar parte de la competición con mayor aglomeración de estrellas del baloncesto, la NBA. El alero mallorquín, de 23 años, llegará a los Oklahoma City Thunder sin hacer ruido, como ya ha hecho en otras ocasiones.

Antes, Abrines podrá darse a conocer para el público estadounidense en los Juegos de Río. Será la primera experiencia olímpica para el jugador de Palma, ya que la cita de Londres 2012 la vio por televisión. Fue precisamente esa temporada, la 2011-2012, la que le impulsó a la elite con una excelente campaña en el Unicaja de Málaga que le valió su fichaje por el Barcelona.

Durante estos cuatro años de azulgrana, Abrines ha alternado partidos brillantes con encuentros en los que apenas apareció. Nadie ha dudado del talento del alero desde que Álex Pérez Herrera consiguió que Pepe Laso y Aíto García Reneses le vieran jugar en un campus organizado en Málaga en 2010. Sin embargo, la irregularidad siempre ha estado en la carrera del mallorquín, tanto en sus clubes como en la selección.

En sus años en Barcelona ha crecido como jugador, sobre todo en el aspecto defensivo. Estar a las órdenes de Xavi Pascual ha propiciado que tenga muchos más recursos que ser exclusivamente un lanzador de tres. En ataque, tampoco ha sido un líder anotador ni un jugador que apareciese en los momentos donde se decide un partido. Además, a nivel colectivo, ha tenido la mala suerte de coincidir con el Real Madrid de Pablo Laso. En cuatro años, Abrines solo ha ganado la Copa del Rey de 2013, la Liga Endesa ACB de 2014 y la Supercopa de 2015. Pocos títulos para un club con la exigencia del Barcelona.

Con la selección española solo ha jugado un torneo importante, el Mundial de España 2014 que tan malos recuerdos dejó a la afición. No tuvo un rol importante por sus problemas de lesiones, algo que espera mejorar en el torneo olímpico de Río de Janeiro.

En principio alternará la posición de escolta y alero, pero su presencia en el quinteto titular la tapa el también mallorquín Rudy Fernández. Será su gran oportunidad para demostrar que puede tener más responsabilidad, que no desentona jugando contra grandes estrellas y que él puede ser una de ellas.