Buscar respuestas a las cuestiones que más inquietan a los ciudadanos donde la realidad se vive en su más pura esencia. Investigación, entrevistas, denuncia social, debates y una marcada participación ciudadana constituyen las principales señas de identidad de Cintora, a pie de calle, el nuevo formato presentado por Jesús Cintora que llegará esta semana a Cuatro.

Grabado íntegramente en exteriores, Cintora, a pie de calle abordará semanalmente un asunto de interés político, económico o social. Jesús Cintora buscará las respuestas a la pregunta que servirá de punto de partida a cada investigación desde todos los ángulos posibles.

Así, el programa recabará los puntos de vista de personalidades relacionadas con cada tema en cuestión, recogiendo las declaraciones de las partes implicadas y, muy especialmente, dando voz a personas anónimas que aportarán sus experiencias vitales y que compartirán sus opiniones tanto con el periodista como con los políticos, expertos o líderes de opinión que le acompañarán en sus diferentes salidas.

"Hemos hecho un programa desde la humildad, con una gran labor periodística, de comunicación, de información. Hemos hecho algo tan sencillo, digno y decente, con todas las dificultades que entraña, como es contar lo que ocurre", ha añadido Jesús Cintora en su encuentro con los medios de comunicación.

Sobre una de las novedades formales del programa, la presencia de rostros mediáticos en contacto directo con el público de la calle, Jesús Cintora ha explicado que esta idea "forma parte de nuestra intención creativa llevar a gente conocida de la televisión, caras de la economía, los tribunales, el periodismo o la política a tener un contacto directo con el ciudadano. El ciudadano pregunta y el rostro conocido responde. Y eso también es un punto de vista interesante".

El primer episodio

Cintora, a pie de calle muestra cómo uno de cada cuatro euros procede de la economía sumergida en España. El dinero negro equivale a 125 veces el presupuesto del Ministerio de Fomento o a 40 veces la partida de I+D en nuestros país. Cerca de 250.000 millones de euros al año, casi una cuarta parte del PIB nacional.

Son las cifras que maneja el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), que solo consigue recaudar el 10% de esta cantidad. ¿Por qué se produce esta situación? ¿Es un mal endémico que afecta a toda la sociedad? ¿Se vive con dinero negro por necesidad o por afán de lucro?

"Queremos que cada tema sorprenda por su planteamiento. Este primer programa arranca en la plaza de Callao, con una pizarra y dos expertos explicando todo el dinero que se mueve en España. A partir de ahí la gente se arremolina y comienza a contar sus experiencias, quién cobra y quién paga en dinero negro. De ahí viajamos a distintos sitios para analizar la economía sumergida", ha detallado durante la presentación del programa su director, Juanra Gonzalo.

Cintora se traslada hasta Elche (Alicante), localidad en la que se ha desarrollado especialmente la industria del calzado y donde han proliferado los talleres clandestinos. Además, consigue entrar en varios de estos locales para recabar los testimonios tanto de algunos empresarios que pagan en B a sus trabajadores como de distintos empleados que reciben su sueldo mediante esta fórmula.

Cintora, a pie de calle también cruza la frontera y viaja hasta Suiza, el paraíso fiscal por excelencia, donde de cada 1.000 cuentas abiertas sólo una está declarada en su país de origen, según la lista Falciani.

La opinión de trabajadores y empresarios afectados por la economía sumergida estará presente a lo largo de este programa, que contará a su vez con el análisis de destacados economistas como José Carlos Díez, Gonzalo Bernardos o Daniel Lacalle; profesionales como Carlos Cruzado, presidente de Gestha, Raúl Burillo, inspector de Hacienda, Rubén Sánchez, portavoz de Facua, o José María Benito, inspector de Policía. También participarán con sus reflexiones los representantes de los principales partidos nacionales y conocidos periodistas y analistas políticos.

"Este primer programa muestra ese contraste perfecto entre gente que tiene mucho dinero y manda mucho, donde hay testaferros y paraísos fiscales, con esa gente que tiene poco pero que también vive en B, sin protección laboral, sin más alternativa que esa si quieren llevar un dinero a casa", resume Cintora.