Cristina Pedroche regresa este lunes a la pequeña pantalla debutando como presentadora en el programa 'Pekín Express', un trabajo del que está muy orgullosa y que espera que a la audiencia le guste.

Para la periodista la aventura ya ha finalizado pero ha dejado huella en ella , y es que, Cristina Pedroche siente que esta experiencia le ha cambiado como persona y le ha hecho valorar más las cosas. De hecho, la presentadora, con tono más maduro y sereno, habla de su pareja, el chef David Muñoz, sin tapujos, declarando su amor hacia él.

A pesar de sentirse plenamente feliz, Cristina no quiere dejar de luchar por sus sueños, que son muchos, y piensa que aún no ha llegado a la cima de la montaña y que le queda mucho por conseguir.

PREGUNTA: ¿Cómo estas ante el estreno de Pekín Express?

CRISTINA PEDROCHE (C.P.): Histérica. Estoy muy nerviosa porque ha sido una experiencia muy dura, aunque maravillosa, y quiero que compense. He visto el primer programa y compensa todo. Me he sentido muy arropada y ayudada por Antena 3, por la productora y en especial por su directora, Eva. Pero ahora también me quiero sentir arropada por la audiencia. Tengo nervios de emoción, ilusión y de responsabilidad porque esto es un prime time en Antena3. Es algo más serio y es mi primer programa en solitario como presentadora. Aunque para mí lógicamente los protagonistas de Pekín Express son los aventureros, se que voy a tener muchos ojos mirándome y espero haber estado a la altura. Para mí si que lo he estado, pero también voy a leer y escuchar todas las críticas que vengan.

P: A lo mejor va a chocar verte seria...

C.P.: Claro. Ese era mi miedo. Pero una cosa es estar seria y otra cosa es estar estricta como si fuera la señorita Rotenmeyer. Tengo primos pequeños y con los niños estás de risas y juegas con ellos, pero cuando hay que hacer los deberes o darle de comer te pones serio. Lógicamente todo el mundo tenemos registros distintos. Lo único que quiero es que la gente entienda que soy persona y, como tal, tengo mis momentos de emoción, en los que puedo llorar y mis momentos de risa, que nunca pueden desaparecer. Porque por mucho que yo hubiera querido ser otra persona o hacer un personaje, es imposible, trabajábamos 18 horas al día. ¿Cómo voy a mantener un personaje 18 horas al día? Es imposible.

P: ¿Has visto ediciones anteriores de Pekín Express y cómo presentaban el programa?

C.P.: Sí.

P: ¿Te has llevado alguna referencia de esos presentadores?

C.P.: Por mucho que quiera coger referencias... A mí Paula Vázquez me gustaba mucho y Raquel Sánchez Silva y Jesús Vázquez también. Cada uno llevaba su estilo y si tu les ves en otros formatos, como a Jesús presentando La Voz, será algo distinto pero sigue siendo Jesús Vázquez y te lo crees porque es él mismo. Raquel ahora está en el debate de Supervivientes y es ella misma. Así que vais a ver a Cristina Pedroche en un registro distinto, pero sigo siendo yo. En vez de buscar la risa, seré algo más estricta y seria, pero yo.

P: O sea que no has tenido que hacer ningún papel, simplemente ser algo más seria...

C.P.: Te lo juro. Es que es imposible hacer un papel.

P: Decías que el programa te ha cambiado y emocionalmente te vemos muy entregada, ¿tiene algo que ver con Pekín Express que le pidieras a David Muñoz que se casara contigo?

C.P.: Antes de Pekín Express ya había conocido a David y el amor me ha cambiado la vida. Pero es que si encima me voy a Pekín Express en el momento en el que estamos muy bien y muy unidos y tenemos que separarnos un mes, pues es muy duro. Cuando me he dado cuenta de que voy a pasar el resto de mi vida con él no pasa nada porque pasemos un mes separados. Aprendí muchas cosas y si he vuelto distinta no es por el tema de David, porque el ya estaba antes, vuelvo distinta en la forma de vivir y de disfrutar al máximo de todo. Antes igual me estresaba porque llegaba tarde a algún sitio o porque pensaba en que algo no me quedaba bien o porque en un momento pensaran que como mucho y que estaba gorda. Son cosas con las que tu misma te complicas la vida. Pero me fui allí con esa gente y esa cultura que no tienen nada, ni electricidad ni agua corriente, y apenas tienen comida y la gente va con la ropa sucia, hasta los niños. Así que pensé que era tonta por agobiarme antes por esas cosas. Allí encima son tan amables, así que te dan una lección de vida que ha hecho de mi ser otra persona.

P: ¿El primer contacto cómo fue?

C.P.: Lo valoro todo mucho más. Hasta una ducha. Cuando llegué a casa y me duché sin chanclas, apoyando bien el pié y sintiendo bien el suelo... Estuve por lo menos cuarenta minutos debajo del grifo (ríe). Había también muchos bichos y ratas. Estaban los guecos que eran como salamandras que hacen ruido por las noches y la primera vez que me acosté y lo oí me asuste muchísimo (ríe). Entonces llamé a la chica que me maquillaba y peinaba, María, que era como la madre que tenía allí porque me cuidaba todo el rato y que ha sido un apoyo muy importante para mí. Eva, como profesional, me ha ayudado, pero María me ha ayudado en todo. Había veces que me daba miedo hacer pis en algún agujero y venía ella y me daba la mano (ríe). Estaba muy cuidada y la primera noche, por culpa de los guecos, durmió conmigo.

P: Emocionalmente se ve que tu escala de valores ha cambiado y valoras mucho los sentimientos como decir que estás enamorada de David y no te importa decirlo...

C.P.: Sí. Y ahora a mi madre le digo muchas más veces que la quiero. Que siempre la he querido pero ahora se lo digo más. Hay veces que los hijos somos muy rancios y no decimos todo lo que sentimos.

CH: ¿Tenéis fecha de boda?

C.P.: No hay fecha pero por supuesto que me voy a casar. Estamos trabajando en ello (ríe). Ahora lo importante es Pekín Express, que salga todo maravilloso, que reviente la audiencia y que se emocionen y se enamoren de los aventureros que son maravillosos. Son únicos.

P: Los gemelos me los llevaría a casa...

C.P.: Y has visto sólo el primer capítulo, imagínate.

P: Las canarias también...

C.P.: Las canarias, los cuñados, Guli y Nene, los blogueros... Son todos maravillosos.

P: ¿Por qué estás segura de que te van a meter caña?

C.P.: Porque hagas lo que hagas siempre te meten caña. Así que me meterán caña y también me dirán cosas bonitas. Estoy preparada para todo. Yo solo quiero que a la gente le guste.

P: ¿Vas a llevar transparencias?

C.P.: No (ríe).

P: ¿David te ha dado algún consejo sobre como afrontar las críticas? Porque él también es un experto...

C.P.: No. Él también las torea bastante bien. Cuando empecé en este mundo me dijeron que sólo hiciese caso a las críticas de mi familia, de la gente que me quiere y que realmente me conoce. Porqué me va a afectar que una persona en Twitter, que tiene de avatar un huevo, me diga que lo hago mal. Es como estar discutiendo con una pared. Esa gente se crea perfiles para meterse con la gente sin más. Que a veces me meto en esos perfiles y veo que tiene cero seguidores y que simplemente se ha metido para decirme que estoy gorda. Pues muy bien y tú tienes cara huevo. No ha habido nadie que por la calle me haya parado y me haya dicho que lo hago mal o que le caigo mal o que estoy gorda. Jamás ha pasado eso. Si alguna vez pasa lo podré discutir con esa persona. Al revés, siempre me he sentido muy apoyada y querida por mis seguidores y cada vez más. Llevo un mes desde que hemos vuelto de Pekín y sólo encuentro ganas de verme. La gente me dice que a ver cuando me ven en Zapeando y que tienen muchas ganas de ver Pekín Express. Eso es el mayor regalo que hay, es maravilloso. Me he sentido arropada por el equipo, por la dirección, por Antena3 y por todos. Pero ahora necesito sentirme arropada por la audiencia.

CH: Ahora que eres la presentadora oficial, ¿piensas que ya has llegado hasta donde esperabas o que tienes más montañas que escalar?

C.P.: Cuando comencé en Se lo que hicisteis no veía más allá que el día a día. Cuando estuve en Otra Movida y cuando estuve en Zapeando me pasó lo mismo. Creo que esto no es la cima de la montaña sino que aun me queda mucho que escalar, como profesional y como persona. Pekín Express me ha dado mucho y ojalá haya muchas ediciones más y que quieran contar conmigo. Pero la vida es el día a día y hoy soy muy feliz pero mañana lo quiero ser más y voy a luchar por ello.

P: ¿Qué retos te atraen?

C.P.: Ya no tengo retos fijos ni objetivos claros. Lo único que quiero es ser feliz y tener gente, proyectos y cosas que me den felicidad, el resto de cosas fuera de mí. Por que es absurdo tener gente alrededor que me hace la pelota y luego me meten una puñalada, a esa gente ya no la hago caso. Solo hago caso a mis amigos de verdad, a mi familia, a mi chico y a los grandes profesionales que me han estado arropando en "Pekín Express" como también lo han hecho en Zapeando.

P: Dices que la experiencia ha sido dura, ¿has tenido la tentación de abandonarlo?

C.P.: Si no hubiese tenido la tentación no sería persona. Por supuesto. Ha habido noches de decir no soy capaz y no puedo. Pero es que soy una persona, aunque haya gente que se piense que soy un robot, y tengo emociones y sentimientos. Ves que las fuerzas están al límite, tanto psicológicas como físicas, pero he tenido muy buena gente que me ha apoyado, me ha ayudado y al día siguiente salía el sol y me comía el mundo. Claro que he tenido miedo.

P: ¿Qué es lo que más echabas de menos cuando estabas allí?

C.P.: A mi chico y a mi familia. Pero también la comida, poder ir al gimnasio. También un poco de limpieza y de organización. Para mí dormir cada noche en un sitio distinto era horrible. A día de hoy sigo teniendo pesadillas y hay veces que me levanto y no se donde estoy.

P: ¿Qué comida echabas más de menos, la de tu madre o la de David?

C.P.: Depende. Pero la comida de David es tres estrellas Michelin (ríe). A mi madre no le gusta cocinar, así que ella ahora está feliz porque sabe que siempre como bien (ríe).

P: He leído que en tu Twitter has puesto: 'Lucha por tus sueños', ¿Te queda algún sueño por cumplir?

C.P.: Por supuesto.

P: Pero estás tan feliz...

C.P.: Sí, estoy feliz. Pero cada día es un reto nuevo y un sueño nuevo que voy haciendo y que voy cumpliendo.

P: ¿Algún sueño en concreto?

C.P.: Quiero ser madre, quiero casarme y quiero formar mi propia familia. Ese sería un sueño que me falta por cumplir. Pero no tengo prisa. Desde que dije que me quería casar ya me estáis poniendo el vestido de novia.

P: Dijiste que te casabas este año...

C.P.: Bueno si por mi fuera me hubiese casado hace tres meses.

P: ¿Ha habido pedida?

C.P.: Yo se lo pido todos los días. Espero que al final por pesada me diga que sí.

P: O sea que se lo pides tú...

C.P.: Y él a mí. Es que estamos muy enamorados. Es maravilloso.